A la caza y disfrute de las setas en Abla

Alpujarra

Centenares de personas disfrutan este fin de semana de las XVIII Jornadas Micológicas Abulenses descubriendo todos los secretos de las setas

Hoy concluyen las jornadas con un taller gastronómico sobre las setas en la cocina del chef Antonio Gázquez

Abla y las setas repiten su romance con las XVIII Jornadas Micológicas este mes

Las setas, un placer de otoño en las sierras de Almería

Participantes en las jornadas micológicas mostrando el 'botín' obtenido.
Participantes en las jornadas micológicas mostrando el 'botín' obtenido.

Almería/Los meses de octubre y noviembre son ideales para que las setas crezcan en los bosques de Almería. Una oportunidad única para disfrutar de un manjar con multitud de propiedades y que está muy arraigado a la cocina almeriense con diferentes recetas y tapas que encumbran su sabor. Eso lo saben muy bien en la localidad de Abla, ubicada en las faldas de Sierra Nevada, que a lo largo de este fin de semana está celebrando las XVIII Jornadas Micológicas Abulenses. Un evento marcado en rojo en el calendario para los amantes de las setas que cada año congrega a más de un centenar de personas para aprender todos sus secretos.

Las jornadas dieron comienzo este pasado viernes con una charla a escolares en el Punto de Información Micológica a cargo de Diego Fábrega, experto micológico y por la tarde se celebraron dos conferencias y un taller en el restaurante ‘Posá Tío Peroles’. Por un lado, Juan Alejandro Navarro Luque, presidente de la Asociación Micológica Micovélez habló sobre la iniciación al género lactarius y Carlos Javier Catalicio Gómez, experto micológico de Abla, charló sobre características del Boletus y cómo reconocerlo. Para terminar la primera jornada, Antonio Herrerías, chef y responsable del restaurante ‘Posá Tío Peroles’ llevó a cabo un taller demostrativo de cómo se preparan estos manjares.

Todos los participantes en la salida al campo para buscar setas que tuvo lugar ayer en Abla.
Todos los participantes en la salida al campo para buscar setas que tuvo lugar ayer en Abla.

Pero sin duda, la actividad más esperada por todos tuvo lugar este sábado con la ruta micológica guiada por la Sierra Nevada almeriense coordinada por los conferenciantes del viernes. Los asistentes comenzaron con un desayuno antes de la salida al campo para la recogida de setas. La ruta, de dificultad baja, discurrió por la cara norte de Sierra Nevada, entre el Aula de Naturaleza Paredes y el Área Recreativa de El Serbal. Durante el paseo se destacaron aspectos importantes del mundo de los hongos, haciendo hincapié en la importancia de los mismos para la salud de los bosques, en las buenas prácticas en el monte y en la identificación de las especies encontradas. Al término de la excursión se pudo degustar arroz con conejo y níscalos que preparó la Asociación Gastronómica ‘El Choto Pelao y la Buena Mesa’, además de exponer las setas recolectadas para conocer sus características.

Hoy domingo, último día de las jornadas, tiene lugar el taller gastronómico ‘Las setas en la cocina de Antonio Gázquez’, chef y responsable del restaurante ‘Las Eras’ de Tabernas. Los participantes degustarán aperitivos micológicos. Y para finalizar, a las 13:30 horas tendrá lugar el acto de clausura en el Centro Cultural Abulense.

200 especies clasificadas

Las zonas naturales de Almería son un entorno perfecto para la proliferación de algunas de las setas más demandadas en el mercado, tales como los boletus, los níscalos y otras variedades que se pueden encontrar con facilidad (siempre que el tiempo acompañe) y también son comestibles, como son las seta de cardo.

Almería cuenta, según los expertos de la Junta de Andalucía, con unas 200 especies clasificadas, unas de escasa y difícil identificación y otras comunes y fácilmente identificables. Pero salir a buscar este rico producto requiere de una rutina. Provistos de navaja y cesto, la colecta debe hacerse desde la base, sin cortar el hongo y recoger tan sólo las que presenten un perfecto estado. Los más entendidos en la materia aconsejan recoger sólo aquellas que se conozcan con absoluta seguridad y descartar las que presenten vulva, anillo o láminas blancas, por la presencia de especies mortales, así como algunas lepiotas pequeñas inferiores a diez centímetros.

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