Se buscan 60 arqueólogos para excavar en Mojácar la Vieja
LEVANTE
MEMOLab, de la Universidad de Granada, dirige la excavación
Pueden inscribirse estudiantes de Arqueología e Historia de todo el mundo
¿Qué se sentirá al desenterrar un trozo de la historia que permanece oculto, sepultado por toneladas de tierra desde hace 800 o 900 años? Debe de ser una sensación única. El próximo mes de julio 60 personas podrán vivirla participando en la segunda fase de excavación de Mojácar la Vieja, un asentamiento musulman abandonado en el siglo XII o XIII y en cuyo cerro aún se esconden muchos secretos.
MEMOLab, el laboratorio de Arqueología Biocultural de la Universidad de Granada encargado de los trabajos arqueológicos en el yacimiento, ha publicado la oferta para que estudiantes de Arqueología e Historia de todo el mundo se inscriban como voluntarios para excavar en Mojácar la Vieja. “La organización les costea el alojamiento y la manutención. Con este proyecto aprenden las técnicas de una excavación medieval, sobre cerámica arqueológica y sobre divulgación, ya que realizamos muchas actividades para acercar el yacimiento a la población local”, explica Lara Delgado, responsable de comunicación de MEMOLab.
Los estudiantes voluntarios que participen en la segunda campaña de excavaciones se organizarán en dos turnos de unos 25-30 personas. El primero será del 1 14 de julio y el segundo del 15 al 28 del mismo mes.
Desde el Laboratorio de Arqueología Biocultural advierten de que “la excavación es exigente físicamente”, debido a las propias condiciones del yacimiento y a las temperaturas que tendrán que soportar en pleno verano en el Levante almeriense. El plazo de inscripción se inició a medidos de marzo y los estudiantes interesados en participar deben enviar un email justificando su interés y adjuntando su currículo a romanp@ugr.es.
El año pasado, el Ayuntamiento de Mojácar y la Fundación Valparaiso apostaron por trabajar en el yacimiento. “De la época andalusí existe muy poca documentación escrita, salvo alguna mención suelta al municipio. No es hasta la conquista castellana es cuando empieza a haber documentos. Por ello, en este caso como en la mayoría de este tipo, la arqueología es la única fuente de información para saber cómo fue esta sociedad medieval”, explicaba el director de la excavación, José María Martín Civantos, profesor titular de Historia Medieval. Por ello, este verano continuarán trabajando en dos sondeos del pasado año, “ya que todavía queda mucho por conocer de la historia de Mojácar la Vieja”, explican los expertos.
Durante el mes de julio de 2018, 57 estudiantes de todo el mundo participaron en la excavación. También los vecinos del municipio y de la comarca trabajaron en las tareas arqueológicas y pudieron conocer más sobre el yacimiento gracias a las visitas guiadas que se realizaron, tanto en español como español.
De los trabajos del año pasado ya se pudieron extraer algunas conclusiones y teorías muy interesantes. Durante la presentación de los resultados, en octubre, Martín Civantos señalaba que el cerro podría haber estado amurallado con al menos 13 torres repartidas por todo el perímetro. Incluso podrían ser más, ya que todavía no se ha podido delimitar toda la muralla.
Adosadas a la muralla se han encontrado también restos de viviendas con las estancias fácilmente reconocibles, ya que sus muros de elevan a más de un metro de altura. Un horno de pan, una letrina en perfecto estado y restos de decoración de las viviendas son, a grandes rasgos, los primeros descubrimientos de esta primera actuación. “Es muy interesante el estado de conservación de las viviendas, pues nos pueden permitir saber más sobre cómo vivían los mojaqueros de entonces”, destaca el director de la excavación.
Además de adecuar el acceso, los arqueólogos trabajaron en dos áreas muy definidas: la zona más alta del cerro, que correspondería al aljibe que ya se conocía, y a la altura de media ladera, donde se encuentra la puerta-torre de acceso y la muralla.
El asentamiento de Mojácar la Vieja se encontraba en un cerro cercano al que ocupa la actual ciudad. MEMOLab tiene dudas sobre la fecha del comienzo del asentamiento, aunque creen que sería alrededor del siglo VIII. No obstante, la mayor concentración de habitantes fue en épocas mas tardías, sobre el siglo XII, cuando toma carácter de villa, y aparecen estructuras productivas y la mezquita. Fue abandonado en el siglo XIII.
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