El bar llega a Benitagla, el pueblo más pequeño de Almería

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Adelina y Ángel acaban de abrir ‘Henko’, el primer bar-tienda de este municipio, enclavado en Los Filabres

La localidad cuenta hoy con 59 vecinos, 34 hombres y 25 mujeres, y en 2023 no hubo nacimientos

Los 53 vecinos de Benitagla convierten en su particular banco al cajero de Diputación

Adelina y Ángel posan en su nuevo bar.
Adelina y Ángel posan en su nuevo bar. / D.A.

Benitagla tenía en la década de los 20 del siglo pasado 397 habitantes. Hoy, apenas cuenta con 59 vecinos, 34 hombres y 25 mujeres, que hace unos días se pusieron de gala. No es normal que en el municipio más pequeño de la provincia de Almería haya una comitiva política como la que se pudo ver, encabezada por el presidente de la Diputación, Javier Aureliano García. Asistieron todos a ‘Henko’, el nuevo bar con el que contará el municipio.

A Adelina Deac y su pareja, Ángel Carrión, oriundos de Benizalón y de Tabernas, les tantearon hace un mes la posibilidad de trasladarse a Benitagla para abrir el nuevo bar de la localidad. No se lo pensaron mucho. El espacio hostelero se asienta sobre la antigua Casa Consistorial. Su alcalde, Juan Padilla, les quiso dar las gracias durante la apertura. “Ofrecemos un nuevo servicio y este bar tienda se va a convertir en punto de reunión de todos los vecinos, en un aliciente para que lleguen nuevos visitantes y un proyecto que nos va a permitir crecer en población”, explicó en el acto oficial de inauguración.

El presidente de la Diputación, Javier Aureliano García, con el alcalde, Juan Padilla, durante la apertura.
El presidente de la Diputación, Javier Aureliano García, con el alcalde, Juan Padilla, durante la apertura. / D.A.

Con la euforia aún en el ambiente, aunque hayan transcurrido varios días de la apertura, Adelina Deac atiende a Diario de Almería. Lo hace a minutos de abrir, una tarde más, su casa. “Los vecinos nos dicen que le hemos dado vida al pueblo, es un ambiente muy familiar el que tenemos”, explica. Su vivienda se ubica justo encima del restaurante, que oficia de igual manera de tienda. El edificio cuenta en total con 152 metros cuadrados de superficie.

A cambio de la mudanza, Adelina y Ángel logran una importante ventaja a la hora de gestionar el negocio, pues solo deberán abonar los gastos de la luz. En el proyecto hay invertidos ilusiones y 100.000 euros de dinero público, a los que se sumarán 170.000 más en una fase de ampliación que ya está licitada.

El primer balance es satisfactorio. “Nos va bastante bien, el bar poco a poco va teniendo su clientela”, dice. A mediodía no fallan los trabajadores, que son asiduos cuando buscan reponer fuerzas. Solo se lo encontrarán cerrado el lunes, el único día de descanso que tiene la familia.

“Habrá un bar y una tienda en cada uno de los 103 pueblos”

Diputación de Almería cumple con lo prometido por su presidente, el popular Javier Aureliano García, cuando hace un año tomaba posesión de su cargo como máximo responsable de la institución provincial. “Habrá un bar y una tienda en todos y cada uno de los 103 pueblos de Almería. El bar es el alma del pueblo”, expresó entonces.

En sus primeros doce meses del nuevo mandato, los cumplió el viernes, Diputación ha ido poco a poco sentando las bases de este ambicioso plan para luchar contra la temida despoblación. 

En Benitagla, donde han esperado tiempo, ya han logrado su sueño. “No sabe ni dios cuando se abrirá, vivimos de subvenciones”, decía con resignación Juan Padilla a este mismo rotativo el estío pasado.

En Suflí, donde el bar ha estado abierto desde los años ochenta, han notado la ventaja competitiva respecto a otros municipios que siguen sin contar con este servicio. “Se nota en el pueblo en el que no hay bar, vas con un amigo y no te puedes tomar una cerveza”, decía al inicio de la legislatura su alcalde, Raúl Guirao.

El presidente de la ‘casa de los 103 se ha reafirmado esta semana en su compromiso, “porque los bares son el alma y el centro social de nuestros pueblos y un servicio básico para vecinos y visitantes”, un servicio que se complementa con la necesidad de que haya cajeros para no quedar excluidos de la banca y estar en igualdad de condiciones.

Hay que decir familia, pues la tercera componente es la hija de la pareja, patrimonio ya de todos los vecinos. “Se la llevan a todos los sitios”, cuenta. La invitación es a que todas las familias conozcan el mundo rural y decidan darle una oportunidad. “La calidad de vida es muy grande, si te ofrecen un negocio es una buena oportunidad”, confiesa. El recambio generacional es trascendental en la Almería despoblada. En Benitagla, uno de cada tres vecinos tienen más de 65 años. En 2023 no nació ni murió nadie, tampoco hubo matrimonios. “Es bueno que no se despueblen estos pueblos”, sentencia Adelina. Su presencia ha sido un revulsivo para un municipio que se quedaría dormido nada más atardecer. “Los vecinos están muy contentos con este servicio”, explicaron.

Brindis por una nueva etapa.
Brindis por una nueva etapa. / D.A.

Pese a la ilusión, no todo es color de rosa. En el municipio más pequeño de la provincia de Almería, en lo que a densidad de población se refiere, cuesta que lleguen los camiones de reparto. Junto a servir comida y bebida como bar, Adelina y Ángel ofician como tienda de viveres básicos. “Según lo que nos pidan los vecinos vamos trayendo, tenemos productos básicos y vemos las necesidades que tienen”, detalla.

Una tarea que no siempre es fácil. “Es muy complicado acceder a los repartidores, las empresas no suelen trabajar en esta zona”, asegura. La falta de posibilidades les obliga a bajar a la capital, a sesenta kilómetros de distancia, para abastecerse de aquello que necesitan sus vecinos. “Hay cosas que a esta zona no llegan”. Benitagla ha solventado su primer escollo, el de tener un bar-tienda propios, pero ahora deberá hacer frente al vaciamiento de sus calles. El ‘boca a boca’ será fundamental.

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