La bandera local de Mojácar cumple sus cuatro primeros años de vigencia
Fue elegida en votación popular el 28 de noviembre de 2020 entre tres propuestas, la votación duró un mes y fue por redes sociales
Mojácar permitirá a sus vecinos elegir la bandera municipal entre tres opciones
La bandera de Mojácar está de onomástica. La enseña local de los mojaqueros/as ha cumplido cuatro años. Este es el periodo de tiempo que ha pasado desde que fuera elegida por votación popular el 28 de noviembre de 2020, entre las tres propuestas presentadas por el Ayuntamiento. Los tres modelos de bandera consultados fueron elaborados por un Gabinete Heráldico, especialistas en esta materia y en vexilología, ciencia que se dedica al estudio de las banderas.
La votación se desarrolló a lo largo de un mes y se realizó a través de las redes sociales, de la página de Facebook oficial del Ayuntamiento, y las banderas propuestas fuero visionadas por 10.619 personas, de los que 3.212 interactuaron y se registraron 145 comentarios.
La bandera ganadora recibió 268 “me gusta”, siendo la más votada y por lo tanto, la que pasó a pleno municipal para su aprobación definitiva, antes de realizar, posteriormente, su homologación en el Registro Andaluz de Entidades Locales y ser investida como la bandera oficial de Mojácar.
La bandera que desde entonces ondea en el mástil de la Casa Consistorial respeta la historia y la tradición de la localidad con los elementos que han prevalecido a través de los siglos. El águila bicéfala era el emblema de los Austrias que siempre figuraba como símbolo imperial e igualmente presente en el escudo de armas de Carlos I quien, por el importante papel que desempeñó Mojácar en la sublevación de las Alpujarras, la distinguió en 1530 con su incorporación al escudo que ya fue otorgado en 1497 como merced real por los Reyes Católicos, también por su intervención en la reconquista del Reino de Granada. Fue Felipe II el monarca que incluyó la leyenda: “La muy noble y leal ciudad de Mojácar, llave y amparo del Reino de Granada”.
Mojácar no tenía los tres elementos, escudo, bandera e himno, con los que identificarse y sentirse representada pese a la historia que tiene a sus espaldas y considerar a éstos, la carta de presentación de un municipio. El escudo utilizado hasta el momento ha tenido algunas variaciones a lo largo del tiempo ya que nunca fue aprobado de forma reglamentaria en Pleno.
La cabeza bicéfala que figura en su escudo, se remonta al siglo XVI. El águila bicéfala era la marca heráldica más potente hasta ese momento, pues simbolizaba la unión de la dignidad imperial del Sacro Imperio Romano, el imperio de los Habsburgo con la Monarquía hispánica, incluidas las colonias castellanas en tierras americanas y asiáticas. El águila bicéfala era el emblema de los Austrias que siempre figuraba como símbolo imperial e igualmente presente en el escudo de armas de Carlos I. La historia se remonta a los Reyes Católicos, antes de la llegada de Carlos I, su nieto. El 12 de junio de 1488, se entrega la villa de Mojácar y su fortaleza, a cambio los Reyes le conceden el título de ciudad. El escudo lo recibió Mojácar en 1497 como una merced real, al igual que otras importantes zonas de la comarca.
Mojácar recibió el escudo como reconocimiento y parte importante, estratégica de la zona oriental del Reino de Granada. Más tarde, en 1530 el emperador Carlos I, por lo decisivo que resultó para la casa de los Austrias esta lealtad, la ciudad de Mojácar fue distinguida con el escudo que ostenta el águila bicéfala. Posteriormente, Felipe II le añadió el lema “La muy noble y muy leal ciudad de Mojácar, llave y amparo del Reino de Granada”. La torre es el símbolo de la guardia y vigía por mar ante las invasiones moras que venían desde África. Lugar estratégico de las tropas cristianas. la llave que figura en el escudo representa la puerta que se cierra a las invasiones exteriores y que cierra el paso a los enemigos. Gracias a Mojácar no prosperó la sublevación de las Alpujarras que hubiera supuesto un duro revés en el definitivo asentamiento cristiano.Los colores azul y amarillo pertenecen al escudo original y han prevalecido a través de los siglos. La espada es la lucha que durante la reconquista se mantuvo entre ambas culturas.
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