El Ayuntamiento de Olula del Río pone en valor la tradición con su concurso de ristras de roscos

Con motivo de las fiestas patronales de la localidad, la concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Olula del Río pone en marcha el tradicional concurso de ristras de roscos que tendrá lugar este lunes 20 de enero frente a la iglesia de la Asunción.

Antiguamente las ristras eran un método de recogida de los roscos, panes relativamente pequeños con forma circular con el centro hueco (a modo de donut) que es tradicional preparar durante las fiestas de enero en un gran número de localidades de Almería. Era habitual ver grupos de jóvenes cebolleros organizarse “para recopilar el mayor número de roscos posible” los cuales se enhebraban en una cuerda usando un palo como tope y generando largas cadenas de deliciosos roscos con las que recorrían las calles a la vez que la procesión de la mañana. De un tiempo a esta parte, la tradición se ha ido difuminando y, en lugar de recoger los roscos en ristras, se ha popularizado emplear bolsas de plásico, por lo que el Consistorio olulense ha decidido crear este concurso para recuperar la tradición.

En el evento, que tendrá lugar el lunes 20 de enero, podrán participar gratuita y libremente jóvenes de entre 13 y 35 años que tendrán que elaborar las ristras mientras dure la procesión, que recorrerá las calles de Olula del Río entre la iglesia de San Sebastián y la iglesia de la Asunción. Una vez frente a la iglesia los participantes deberán inscribirse para que los técnicos municipales procedan a medir sus ristras. Una vez terminada la misa en honor a San Sebastián y San Ildefonso, el jurado, compuesto por los concejales de Juventud y Fiestas Mayores, así como representantes de la Peña San Sebastián y San Ildefonso de Olula del Río valorarán los esfuerzos de los participantes y emitirán su veredicto in situ eligiendo las tres ristras más largas e invitando a sus creadores a recoger sus premios: 150 euros para la primera posición, 100 euros para la segunda y 50 euros para la tercera.

El concurso está enmarcado en las celebraciones entorno a San Sebastián y San Ildefonso, unas festividades en las que los roscos se mezclan con las carretillas, la liturgia y los artefactos pirotécnicos. Su enorme atractivo hizo que fuera declarada de Interés Turístico Andaluz en 1998.