Antonio Gutiérrez: "Estamos entre las tres mejores recreaciones de España"
Entrevista alcalde de Padules
El regidor de Padules recuerda que “un pueblo de 400 habitantes” es todo un “referente” para el turismo cultural en la provincia
–¿Esperan muchas visitas en esta edición?
–Tanto el sábado como el domingo esperamos una buena asistencia. Lo bueno de esta actividad es que no se concentra la gente en un momento determinado. Intentamos que durante todo el fin de semana haya actividades para que quien quiera venir por la mañana o la tarde de cualquier día pueda disfrutar de distintas cosas. Es un continuo entrar y salir de gente y como otros años esperamos que 4.000 o 5.000 personas nos puedan visitar durante el fin de semana.
–¿Viene mucha gente de fuera de Padules?
–Para participar en el evento vienen muchos recreadores de fuera de Almería, como Almansa o Yecla, por poner varios ejemplos, gente de distintos puntos de España. Y de visitantes sabemos que hay varios autobuses organizados de distintas zonas de Almería, sobre todo de aquellos sitios donde también hacen recreaciones y nos visitan para compartir experiencias.
–¿Cree que este evento está ya plenamente consolidado?
–Después de que se suspendiera un año por la pandemia se ha retomado con la misma fuerza y las mismas ganas. Lo que nos caracteriza es la rigurosidad en todo lo que hacemos. Lo hacemos para ser un fiel reflejo de lo que aquí hubo en el siglo XVI. Cuidamos todos los ámbitos: utensilios, armamento, vestuario, modales, desfiles, órdenes militares... Intentamos que se asemeje todo a como realmente fue en aquel tiempo con los Tercios que vinieron a Padules.
–¿Cuál es su principal orgullo en relación a la recreación?
–Ahora hay muchas recreaciones y cada una tiene sus características. Para nosotros lo principal es que fuimos la primera, una idea que salió de un pueblo de 400 habitantes y que otros municipios mucho más grandes luego la han recogido. Gracias a esta iniciativa de Padules de utilizar la historia como arma cultural y turística otros pueblos lo han adquirido. Hay muchos municipios, como Berja, Fiñana o Tahal que están haciendo sus recreaciones históricas, cada una con sus características, pero con Padules como referente, siguiendo nuestro estilo, forma y rigor. Eso nos hace estar muy orgullosos: Padules ha iniciado en la provincia de Almería una nueva andadura del turismo cultural.
–El beneficio económico directo en el pueblo es obvio, y es de suponer que el indirecto también, por lo que supone en promoción para Padules...
–Eso no se puede medir, es un intangible, pero ciertamente el nombre de Padules llega muy lejos. En las redes de la recreación nos llegan felicitaciones desde muchos rincones del mundo: Estados Unidos, Italia, otros países de Europa etc. La recreación histórica de Padules es todo un referente, y aunque no me gusta presumir es así, se puede encontrar entre las tres principales de toda España. Y todo ello en un pueblo de 400 habitantes, con la dificultad que eso tiene, porque son muchas las personas que vienen y aquí somos los que somos, pero con trabajo e ilusión vamos saliendo adelante.
–Con tan pocos habitantes es de suponer que el pueblo entero participa de una u otra manera.
–Sí, el pueblo se implica al máximo, desde las personas mayores hasta los niños pequeños, que además este año tendremos dos sorpresas para ellos: los juegos moriscos, que nos los van a enseñar una asociación que viene de Purchena; y además vamos a ofrecerles unas espadas que ha donado el Centro Ocupacional Javier Peña y que vamos a repartirles para que puedan disfrutar de este evento. Siempre pretendemos disfrutar, divertirnos y que la gente se lo pase bien. A los que vienen se lo decimos: que no solo observen como si fuera un museo, sino que toquen, que participen, que jueguen.
–Para quien todavía no conozca la recreación, ¿qué se van a encontrar si los visitan?
–Una ‘película’ no en 3 dimensiones, sino en 10. Estarán dentro de una historia del siglo XVI real, donde podrán saludar a D. Juan de Austria, verán al Gran Capitán y a los grandes estrategas, militares y personajes de aquel siglo que pasaron por Padules. Nos encontraremos a los moriscos, con su capitán a la cabeza; los turcos, que vinieron a ayudar a los moriscos; podremos hablar con ellos, ver qué personajes representan; y luego la gente se podrá probar vestuario, tocar las espadas y otros utensilios, disfrutar en definitiva, en un fin de semana de juego, de alegría y de mucha historia.
–¿Exactamente qué episodios se representan?
–Partimos de la sublevación que hubo en 1568 de los moriscos. Don Juan de Austria, preocupado, envió a sus grandes capitanes para intentar pacificar esta parte de Almería y se estableció en Padules, que es donde llegaron las tropas moriscas y turcas a rendir armas y bandera ante el propio Juan de Austria y se logró la Paz de las Alpujarras. Todo eso lo podremos ver durante el fin de semana, con distintas actividades. Por ejemplo tenemos la recreación de las cartas de D. Juan de Austria a Felipe II contándole cómo van las batallas, y la respuesta del rey con la estrategia. En una de esas cartas le comenta que hubo un ajusticiamiento de tres militares cristianos, por un comportamiento poco decoroso en Serón. Se ajusticiaron en Padules, dos se mandaron a galeras y uno a muerte. Lo bueno de esto es que no nos inventamos nada. Se trata de estudiar la historia y representarla, siendo lo más fieles posible a lo que fue el Real de los Padules del Siglo XVI.
–¿Representarán escenas novedosas este año?
–Sí, hay varias: el apresamiento de los moriscos, y es que se describe en las cartas que hay un reducto de ellos que se niegan a rendirse. Los apresaremos en unas cuevas del pueblo donde irán los cristianos a detenerlos, luego los soltarán y habrá una pequeña batalla. También tendremos el ajusticiamiento anteriormente comentado.
–El papel de la asociación de la Paz de la Alpujarra es clave...
–Ciertamente. Esta organización y el Ayuntamiento somos los que estamos al frente del evento. El papel de los recreadores es básico y además se desarrolla durante todo el año, para poder ofrecer un evento de gran calidad, y sobre todo, muy riguroso.
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