Así trabaja el profesor de Almería que quiere ser el mejor de España

Cristóbal Castillo, docente del IES Abdera de Adra, simula la vida real en cada una de sus clases de FP. Como profesor, le toca el papel de 'némesis', que va apremiando a sus alumnos cada vez que se equivocan. Dice que su idea es buscar el tan necesario pensamiento crítico. En marzo podría ser denominado como el 'mejor docente de España', un título que le motiva y al que ya ha aspirado en otras ocasiones. "Si tus alumnos van bien preparados, son capaces de desenvolverse en la vida real", cuenta.

Pregunta.–Tus alumnos han decidido que mereces ser el mejor docente de España, ¿Cómo se recibe eso?

Respuesta.–La verdad es que siempre es una sorpresa, sobre todo porque este tipo de denominaciones surgen y parten del alumnado. Lo primero de todo es que ellos rellenan un formulario y, en base a los comentarios que ellos hacen sobre tu forma de trabajar, metodología, motivación, rellenan esa información, para que luego la Fundación Abanca pueda, con esos comentarios, hacer un primer filtro. En esta ocasión han sido más de 2.000 solicitudes. Hay 170 nominados, los primeros nominados, que tras eso tenemos que enviar ya nuestros méritos, que están pensados en ensalzar la labor docente más que el currículo.

P.–Contento, ¿No?

R.–Mucho, porque es el reconocimiento del alumnado, que, al fin y al cabo, todo lo hacemos por ellos y trabajamos por ellos, ¿no? Además, quienes me nominaron son una promoción especial. Llevo 16 años en la enseñanza y cada promoción es especial, pero esta es una promoción que la cogí hace dos años y es una promoción con la que he trabajado con ellos todo lo que hay actualmente ahora en la formación profesional como royectos de internacionalización o de emprendimiento.

P.–¿Cómo se lleva eso de dar clase usando YouTube? Se va a viralizar

R.–Mi principal herramienta es la página web que tengo, en la que he subido el material que voy creando, material propio, principalmente, y luego lo complemento con el canal de YouTube con vídeos sobre la parte fiscal o contable. Y luego hacemos una clase invertida, en la que los usuarios ven esas píldoras formativas y trabajamos sobre ellos.

P.–Me han dicho que hay muchas empresas en esa clase

R.–El proyecto lo llamo el ‘señor de las cuentas’, porque es una especie de polígono industrial con diferentes empresas, simulo toda la documentación de varias empresas, y, a ello, le voy poniendo pequeñas trampas, pequeños retos de cada empresa. Cualquier tipo de error que puedan cometer, yo le mando sanciones, que hacen que lastren la viabilidad económica de la empresa. Simulamos la vida real, les viene muy bien porque así es como luego van a trabajar.