La ciudad de Adra acoge a un restaurado Cristo de la Expiración en su cuarto centenario

Poniente

Autoridades y sociedad civil celebran esta importante efeméride haciendo alarde de una gran devoción

El Santo ha sido condecorado recientemente con la Medalla de Oro de la Ciudad

El Señor de las Penas procesionó por el núcleo urbano de la ciudad de Adra antes de regresar a la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción. / D. A.
David García

20 de febrero 2023 - 18:16

El Cristo de la Expiración de Adra, una de las representaciones más añejas de la provincia de Almería, está de celebración al haberse cumplido recientemente cuatro siglos desde que llegara a la ciudad milenaria tras ser tallado en 1623 por Alonso de Mena y Escalante, reconocido artista granadino que contrajo matrimonio con una mujer abderitana cuando la ciudad aún pertenecía civil y eclesiásticamente a la provincia de Granada. Para celebrar tamaña efeméride el municipio abderitano le rindió el pasado fin de semana un sentido homenaje con una serie de actos en los que estuvieron volcados tanto representantes institucionales como parte de la sociedad civil de la localidad del Poniente.

José María Sánchez García, párroco de la Iglesia de la Inmaculada Concepción, atendió a Diario de Almería para explicar los pormenores de un hito que tiene un valor de gran magnitud. Y es que esta celebración supone un acontecimiento a destacar no solo para la ciudad de Adra sino para toda la provincia de Almería. “Llevamos desde el verano preparándonos con mucho esfuerzo e ilusión para esta fecha”, apunta Sánchez García.

El alcalde Manuel Cortés y alguno de sus ediles acudieron a la cita con motivo de la celebración del cuarto siglo del Cristo de la Expiración. / D. A.

El Señor de las Penas, como otrora era conocido el Cristo de la Expiración hasta que en 1950 fuera rebautizado con su actual denominación, se ha sometido a una profunda restauración durante más de siete meses en el sevillano taller del artista José Manuel Cosano Cejas a fin de llegar en las mejores condiciones a su cuarto centenario. Cosano Cejas ha llevado a cabo un exhaustivo estudio de los crucificados de Alonso de Mena para devolverle al Cristo un aspecto lo más próximo al original posible. “Esta representación tiene la apariencia propia de un Cristo barroco granadino y unas características que no se ven en otras imágenes”, asegura el sacerdote Sánchez García, que alude al aspecto “realista pero no exageradamente dramático” de la representación cristiana. “Tiene una muerte dulce, serena”, apostilla.

Paralela a la restauración del Cristo ha ido también la de la propia parroquia abderitana, cuya construcción data del siglo XVII. Hace algo más de un año parte de la estructura del tejado del templo se derrumbó y ello conllevó a que la cofradía procediera a la búsqueda de recursos para restañar las heridas del maltrecho edificio. La hermandad organizó entonces actos de toda índole para recaudar fondos, al tiempo que se encontró con la ayuda de las administraciones públicas para acometer una obra que ha estado dividida en dos fases y cofinanciada por la Diputación Provincial de Almería y el Ayuntamiento de Adra. “Se ha reformado el tejado de las alas este y oeste, así como el tejado mayor y el de la puerta principal”, subraya el mosén de la iglesia parroquial, añadiendo que el área de Urbanismo era consciente del riesgo que corría la estructura y que, fruto de ello, había emitido una orden de acotamiento de la zona antes de su rehabilitación.

Así las cosas, el fin de semana estuvo colmado de motivos para celebrar el cuarto siglo de vida del Cristo de la Expiración, comenzando el viernes con la llegada de la imagen santa a su templo y prosiguiendo el sábado con la lectura del pregón a cargo del párroco José María Sánchez García. La jornada contó con la participación de la banda Ortiz de Villajos, que se encargó de poner la nota musical a un acto que tuvo una multitudinaria acogida. Ya el domingo se celebró la misa solemne presidida por el coronel capellán de la brigada de la legión de Almería, Francisco José Ruiz Martínez, amenizada musicalmente por el coro infantil Pedro de Mena, que lleva el nombre de uno de los hijos del ínclito escultor granadino.

Después de más de siete meses de profunda restauración, el Cristo regresó a su templo y fue bendecido con gran devoción. / D. A.

Cabe recordar que el Consistorio abderitano determinó recientemente conceder la Medalla de Oro de la Ciudad a la que es, según el párroco Sánchez García, la representación eclesiástica por antonomasia del municipio. “Es la máxima distinción que puede conceder el Ayuntamiento y supone reconocer la devoción a la imagen de Cristo a lo largo de la historia, así como el privilegio de conservar un elemento patrimonial de esta categoría”, subraya el vicario.

El reconocimiento, aprobado por unanimidad por el pleno de la corporación municipal, se formalizará a lo largo de este año.

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