Otro pateo por la Sierra de los Filabres para que sea declarado Parque Natural
Medio Ambiente
Estudiantes del IES Alto Almanzora de Tíjola han celebrado la Transfilabres 2.0, una aventura de tres días por la sierra para conocer su fauna y flora y aprender técnicas de supervivencia
La ruta, de 50 kilómetros, ha permitido la visita a los pueblos de Bayarque, Serón y Bacares para compartir conocimientos con sus vecinos
Jóvenes de Tíjola se patean la Sierra de los Filabres para que sea Parque Natural
Almería/La Sierra de los Filabres es uno de los grandes pulmones verdes de la provincia de Almería. Un entorno único que cuenta desde hace un par de años con un inesperado adalid: los jóvenes del Instituto de Enseñanza Secundaria Alto Almanzora de Tíjola que desarrollan un concienzudo trabajo para que este enclave natural sea declarado Parque Natural. Para esa titánica encomienda han reunido una extensa información de los innegables valores del paraje que, entre otras virtudes, se considera una barrera natural frente al avance del desierto, un gigantesco reservorio de agua o una plataforma que alberga un enorme y valioso inventario de biodiversidad, tanto de flora como de fauna. Su propuesta ha llegado a todos los ayuntamientos de la zona y al Parlamento de Andalucía. Además han recabado la colaboración y la adhesión de numerosos colectivos científicos, sociales y políticos..
Su siguiente paso fue experimentar en primera persona lo que supone disfrutar de la naturaleza durante varios días respetando en todo momento el medio natural para seguir apoyando su causa. En eso consistió el proyecto Transfilabres 1.0, una experiencia piloto y única en la provincia que tuvo lugar el año pasado y en la que participaron una treintena de alumnos del centro educativo en una ruta senderista que acabó en Calar Alto.
Una aventura que ha tenido este pasado fin de semana su continuación con la Transfilabres 2.0, una nueva expedición que ha contado con la participación de alumnos y alumnas de entre 13 y 17 años en la que han aprendido a trabajar en equipo, técnicas de supervivencia, y conocer e identificar la flora y fauna de los Filabres.
La expedición partió el 17 de junio de Tíjola y ha discurrido por los municipios vecinos de Bayarque, Serón y Bacares donde finalizó el 19 de junio. Durante esta segunda edición de Transfilabres han tenido la oportunidad de conversar con personas mayores que han vivido o han trabajado en la sierra para conocer sus experiencias y enriquecer así su proyecto.
"Transfilabres es una expedición de aprendizaje en la que el alumnado práctica senderismo, ya que sale caminando de su centro educativo y duerme al raso solo cobijado con su saco de dormir bajo las estrellas", explica la profesora de Biología del instituto, Belén Mesas, que ha participado activamente en esta nueva expedición junto con otros dos profesores, el conserje del centro educativo y varios padres y madres.
En este sentido, Mesas destaca que "Transfilabres supone una desconexión total de adicciones como el móvil, redes sociales y juegos online, mejorando de este modo la salud mental de los más jóvenes". No en vano, los jóvenes se han pateado la sierra y han completado una ruta de 50 kilómetros en la que "no les han faltado cosas que hacer: reconocimiento de plantas, entrevistas a mayores, observación del universo y trabajo en equipo", añade la docente.
Una nueva aventura para estos estudiantes que les ha servido nuevamente para conocer y poner en práctica todos aquellos argumentos que esgrimen desde hace dos años para que uno de los grandes pulmones de la provincia de Almería sea catalogado como Parque Natural.
Tan buena ha sido la experiencia, que desde el centro ya se estudia celebrar una Transfilabres 3.0, convirtiendo este evento en un signo inequívoco del profundo amor que los estudiantes del centro educativo profesan a la joya natural que abraza a los pueblos de la comarca.
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