Rafael Montes: “Yo sigo abriendo mi casa porque me encanta que estemos todos juntos”
San Sebastián
El primer edil afronta las fiestas con un espíritu renovado tras haber sido reelecto hace un par de meses
Cómo actualizar la festividad de San Sebastián será clave en la legislatura
En Fiñana una devoción se mantiene intacta desde hace 504 años
Rafael Montes es un hombre que cuenta las horas para poder disfrutar un año más del homenaje que cada enero Fiñana le rinde a San Sebastián. En la entrevista que sigue a estas líneas se mezclará la devoción cristiana con la llamada al entendimiento, punto clave para que todos los fiñaneros sigan incluyéndose en la que es una fecha de encuentro y convivencia. En las respuestas se entremezclará el tono nostálgico con el informativo y hablará el Rafael alcalde pero también el vecino que año tras año abre las puertas de su casa para compartir al refugio de la lumbre las impresiones sobre la tradición que se vive con la mayor de las intensidades.
–Este fin de semana se llenará Fiñana de vida pero San Sebastián ha comenzado a celebrarse desde esta semana. ¿Cómo está yendo?
–Esta semana arrancó con el concurso de mostos y facas, ese es el programa y el lunes fue la bajada de San Antón a su ermita y mañana será la procesión desde las ocho y media de la tarde. Ayer fue la última novena de San Sebastián con la salve, las letanías. A las nueve y media hubo un castillo de fuegos artificiales organizado por el Ayuntamiento. Este sábado arrancamos con las coplas de la aurora, el pasacalles de la banda municipal como fue el miércoles, a las 12 es la misa con el Obispo y amenizada por Pedro de Mena. A las dos de la tarde habrá una comida de Hermandad y ya desde las 19:30 San Sebastián saldrá a la calle, estará allí mientras la gente aguante.
–En Fiñana dicen que San Sebastián se celebra hasta tarde
–Hasta las seis y media de la mañana estuvieron el año pasado pero no hay que mezclar la devoción cristiana con la pagana. Al santo hay que tirarle los cohetes con tranquilidad y de la mejor manera, también rapidito. No se puede estar haciendo tiempo, hay que cuidar a los mayores que no pueden estar hasta altas horas. La gente lo ve desde dos partes y hay que respetar la devoción cristiana, no es Carnaval. Da la sensación de que vale todo. Hay que intentar acabar un poco antes para poder respetar. Los jóvenes se escudan en la tradición pero llegar a las seis de la mañana no viene de siglos, viene de los noventa.
–Este año es especial con la presencia del Obispo, ¿no?
–Desde que estoy de alcalde han venido los dos Obispos pero no es lo habitual. Es muy importante para una Hermandad que es su segundo año al frente, quiere decir que algo están haciendo bien. Se hace una labor pastoral muy importante. El Obispo es una persona entrañable, muy cercana, a la gente le gusta y nos va a acompañar en la comida. Quiere estar con los fiñaneros unos momentos tan especiales, con los que están aquí y con los que están en espíritu.
–Una de las claves de esta fiesta es la conexión con quienes viven en Cataluña, que es especial. ¿Se repetirá este año?
–El hermano mayor de Terrassa nos acompañará y vendrá con un nutrido grupo, la relación es muy estrecha y nosotros iremos en febrero cuando sea San Sebastián allí. Cuando estoy en Terrassa parece que estoy en Fiñana. Son dos hermandades en una sola, somos todos iguales.
–¿El caos electoral fue un contratiempo en los preparativos de las fiestas?
–Las elecciones no fueron un contratiempo pero se ha acelerado todo un poco para hacer las contrataciones. Hemos trabajado seis meses “secuestrados” para poder llevarlo todo a cabo, sino no se hubiera podido hacer. Aquí seguimos con toda la ilusión.
–Después de tantos años en el poder, ¿se sigue manteniendo la ilusión como desde el primer día?
-Sigue la ilusión, yo soy fiñanero de adopción desde hace 37 años y desde la primera vez no me lo he perdido nunca, siempre he tirado cohetes. Esta es una gran tradición que hay que conservar con la adaptación a los nuevos tiempos, antes gustaba más la pólvora y ahora la tranquilidad. Yo abro mi casa, me encanta el ambiente festivo de estos días y la hospitalidad de estar todos con la lumbre.
–Con tanto tiempo por delante, ¿Cómo cree que se debe actualizar la fiesta de San Sebastián sin perder la tradición?
–La fiesta debe tener ese respeto, esa actualización 2.0, para agrupar a los que quieren la fiesta y los que sientan la devoción. No es ir con una botella de vino al lado del santo cantando cualquier cosa menos algo cristiano. Los tiempos cambian, antes éramos más serios y la juventud le da otro tono. La convivencia no consiste en querer que el santo se encierre lo más tarde posible. No hay que arrancarle las flores al santo y dejarlo desnudo, tenemos que conseguirlo, hay que meterlo en la cultura de cada uno. No hay que acordarse una vez solo del patrón y ya, es todo el año.
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