El Instituto Cervantes reconoce el valor de los emigrantes alhameños en Nueva York
La escritoria María Dueñas mantiene un encuentro con los descendientes para presentar 'Las hijas del capitán'
A principios del siglo XX, centenares de alhameños cruzaron el 'charco' para buscar una segunda oportunidad en Estados Unidos hastiados de la miseria y el hambre que sufrían en España. Fueron en busca del sueño americano y lo consiguieron ya que formaron sus propias familias, encontraron trabajo y pudieron enviar dinero y ropa a sus seres queridos a miles de kilómetros de distancia al otro lado del Atlántico. Una historia, la de los emigrantes alhameños que escogieron Estados Unidos, y concretamente el barrio de Brooklyn en Nueva York para formar el denominado Grupo Salmerón, en honor a Nicolás Salmerón, presidente de la Primera República española, que María Dueñas desgrana en su libro 'Las hijas del capitán'. Vivencias, aventuras y recuerdos que volvieron a rememorarse por algunos de los descendientes de esos protagonistas en el prestigioso Instituto Cervantes de Nueva York durante un encuentro esta semana con la escritora, cuyo cuyo libro llegará al mercado de EE.UU en julio de 2019.
Dueñas inició el encuentro leyendo unos párrafos que se ubican en Brooklyn, donde se establecieron las familias de alhameños y destacó que "esta gente me ha llegado al fondo del corazón" mientras la escuchaban Enriqueta Castillo, Elisa Castellón y Marie Rozas, hijas de esos emigrantes, que nacieron en Brooklyn, donde sus padres llegaron con el sueño de volver a España pero la Guerra Civil lo terminó truncando.
"Nunca sentimos que vivíamos una cultura diferente, nunca pensamos que éramos americanos. En la casa sólo se hablaba español, la música que oíamos era de España. Cuando fuimos a la escuela descubrimos que había otras culturas. En la casa había un mundo y afuera era otro", explicó Castillo, cuyo padre llegó a Nueva York en 1920. Como muchos otros, quería trabajar y enviar dinero a su familia y volver. "Éramos unas 75 familias de Alhama. Todos se conocían. Había apoyo, todos se ayudaban. Cuando estalló la Guerra Civil se creó una asociación política para ayudar contra el fascismo, se enviaba dinero y hasta una ambulancia", señaló sobre su vida en la pequeña comunidad que conformaron.
Durante el evento se mostraron multitud de fotos y vídeos de los emigrantes que recordaron a los asistentes que el sueño americano tuvo acento también alhameño.
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