Fuente Victoria y la rebelión de los pequeños

La entidad local autónoma, que se ha convertido en punta de lanza de un movimiento andaluz para conseguir una mayor autonomía para las 35 existentes en la comunidad, ya sabe cómo frenar la despoblación

José Manuel Montero, alcalde de Fuente Victoria.
José Manuel Montero, alcalde de Fuente Victoria. / Rafael González

Almería/Enclavado en un valle, en pleno corazón de la Alpujarra almeriense y flanqueado por dos de las poblaciones más importantes de la comarca, Fondón y Laujar de Andarax, la pequeña Entidad Local Autónoma (ELA) de Fuente Victoria ha conseguido frenar la despoblación a base de trabajo, tesón y perseverancia y se ha convertido en punta de lanza de la Plataforma Iguales (una plataforma que integra a 28 de las 35 ELAs de Andalucía) cuyo objetivo es conseguir mayor autonomía con fondos provenientes de la Junta de Andaucía y que ha tenido en su joven alcalde, José Manuel Montero (Almería, 1990), como valedor en el Parlamento.

Montero, nacido en Fuente Victoria, es profesor de Geografía e Historia en el instituto de Dalías y alcalde 24 horas y 365 días. Está en contacto directo con todos sus vecinos a través de un grupo de Whatsapp que no para de crecer ya que como apunta “cogí Fuente Victoria con 268 habitantes y estamos ahora mismo en casi 300, datos sobre censo, y con una población joven en aumento. La despoblación es un enemigo de todos los pueblos pero en Fuente Victoria le vamos ganando la partida”.

¿Y cuál es el secreto para que esta ELA, la única que hay en la provincia de Almería, consiga frenar el mayor problema al que se enfrentan los municipios más pequeños? El joven regidor, tirando de la filosofía del entrenador del Atlético de Madrid, el Cholo Simeone, lo tiene claro: “Ir partido a partido, trabajando sin parar”.

Y mientras cuenta a Diario de Almería algunas de sus gestiones desde que llegó al Ayuntamiento hace dos años, un vecino le interrumpe. Viene cargado con enseres para donar a los vecinos de La Palma afectados por la erupción del volcán. Le echa una mano y prosigue su charla en el salón de plenos, una luminosa habitación de una casa cedida al Ayuntamiento hace unas décadas y que alberga un frigorífico y en cuya mesa central se ubican varias maquetas de lugares pintorescos de Fuente Victoria de un concurso celebrado este verano.

Chema, como le llaman sus vecinos, ha supuesto un soplo de aire fresco en la gestión municipal. Sus paisanos han encontrado en él un hombre cercano y accesible y que tiene claro que hay que ser equitativos. “En este Ayuntamiento se contrata legal y se publican las contrataciones con total transparencia mes a mes. La gente sabe quien entra y quien sale. Aquí hace unos años había hasta algún trabajador en situación irregular. Es inadmisible. Hemos acabado con ese tipo de historias. Aquí si se hace una obra, se lucha para que se quede en el pueblo; si alguien necesita ayuda, se negocia para que le ayuden las empresas del pueblo. Junto a esa politica, hemos mejorado los contratos de la administrativa y del servicio de limpieza. Hemos logrado pasar de 161 jornales de PFEA a 361 a partir de este año”, explica. Los números le brotan sin necesidad de un guión. Lo tiene todo muy claro porque él se encarga de gestionar todo en un pueblo en el que todos se conocen y en el que cuenta con la inestimable ayuda de la teniente alcalde, Rosa Ginés Dueñas, y la funcionaria Paqui Latorre. “Ellas son el motor del Ayuntamiento”, afirma.

Montero en la “sala de máquinas” junto a Rosa Ginés Dueñas y Paqui Latorre.
Montero en la “sala de máquinas” junto a Rosa Ginés Dueñas y Paqui Latorre. / Rafael González

Pero su gestión no solo se ha quedado en el pueblo que le vio nacer si no que también ha transgredido las fronteras provinciales y se ha trasladado a Sevilla donde hace pocos meses a través de la Plataforma Iguales consiguieron como él la define “una victoria histórica” tras aprobar la Junta de Andalucía un decreto para regular sus competencias lo que les va a permitir recibir subvenciones directas y contar con un nuevo marco jurídico.

Ahora vamos a tener los mismos derechos que un municipio. Patrica propio, fondos anuales para gasto corriente, derecho a planes de empleo, a todas las líneas de subvenciones, etc. Tenemos un instrumento legal que va a impedir que nos intenten suprimir como ya intentó el PP en 2012 y 2013, que va a impedir que ningún alcalde de Fuente Victoria vuelva a pedir limosna a la Junta de Andalucia o a la entidad matriz (Fondón). Hemos luchado mucho en estos dos años. Cuando llegamos al gobierno, Fuente Victoria estaba fuera de juego en todo esto que las ELAs del resto de Andalucía estaban moviendo. Estábamos al margen, desconectados de este movimiento. En cuanto llegué a la alcaldía, lo primero que hice fue sacar a Fuente Victoria de entes de paja que nos estaban timando literalmente, y llevármela a la FAMP y la Plataforma Iguales, donde se estaba peleando desde 2017 por sacar adelante este decreto. Cambié el rumbo y acerté. Y a las pruebas me remito. En los próximos años, el panorama en Fuente Victoria va a cambiar y mucho”, explica orgulloso.

Un claro ejemplo de la lucha eterna de David y Goliat y que es palpable si uno se da un paseo por el municipio y descubre lo mucho que ha cambiado en estos dos años empezando porque ahora, gracias a la puesta en marcha de un plan de apoyo a emprendedores (‘Fuente Victoria Emprende’), se ha vuelto a abrir una tienda de comestibles tras 8 años sin este servicio justamente en una esquina del Ayuntamiento.

Una pequeña mota de polvo en el Sirocco que suma y que hace pueblo porque gestos como este son los que permiten ponerle freno a la temida despoblación. Pero no se quedan ahí porque tal y como explica Montero “hemos creado también una bolsa de vivienda y un plan de incentivos a la rehabilitación de la misma “Plan Vive”, que ha estimulado el mercado inmobiliario; hemos eliminado el cobro de las licencias de obra por instalación de placas solares para apoyar a quien decide invertir en eficiencia energética; hemos instalado la fibra óptica en la totalidad del casco urbano, lo que nos ha mejorado las condiciones de nuestros vecinos para trabajar, estudiar o realizar gestiones a distancia; hemos solucionado los problemas de cortes continuos de luz y hemos reducido la factura pública de alumbrado”.

Ejemplos de una gestión municipal comprometida y que evidencia que los municipios pequeños sí tienen herramientas para ponerle freno al temido enemigo de la despoblación. Su rebelión es todo un acicate para otros muchos pueblos en tiempos tan convulsos tras la pandemia sanitari.

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