‘Casa Puga’, una pasión con siglo y medio de vida
Gastronomia
El bacalao frito une el presente de este mítico bar con sus inicios en 1900 y el bacalao con tomate es la única tapa que ha añadido su nueva gerencia, desde 2015, dentro de las 45 referencias de su carta
Algunas cosas no cambian en Almería y una de ellas es ‘Casa Puga’. Camino del siglo y medio de andadura, que le convierte en el decano de la provincia y uno de los de mayor solera de Andalucía, este bar es algo más que vino y tapas. Es referente y tradición. Tal es así que el de la gerencia, que se ofició el 27 de abril de 2015, ha sido uno d los pocos cambios de su etapa más moderna.
Desde que tomó posesión del edificio en 1870, primero para guardar carruajes y posada, y después como taberna, este bar ha abierto sus puertas a infinidad de almerienses y visitantes, pero no tanto a los cambios. Su estética interior, con las paredes alfombradas de fotos y recuerdos; su sabor tradicional y el olor a gambas a la la gabardina o a champiñones a la plancha siguen inalterados como si el tiempo se hubiera detenido en la calle Jovellanos 7.
La tradición es de aplicación también a su carta formada por 45 referencias y entre las que se encuentra el bacalao frito, un fijo en la ‘quiniela’ culinaria, junto a las papas cocidas, embutidos de pueblo y vino de Alboloduy, por el que apostó Juan Puga Antequera, su fundador, cuando se hizo con la propiedad del bar en 1900.
El negocio siempre ha gozado del favor del cliente local y foráneo y su gestión ha corrido a cargo de hasta tres generaciones ligadas con su fundador. La jubilación de la última, Leonardo y José Martín López, unida a la subida del precio del alquiler por parte de su propietario amenazaron con el cierre. El local, tras días de incertidumbre, volvió a abrir de la mano de una nueva gerencia, la empresa Servicios Hoteleros La Catedral que también gestiona el Hotel Catedral.
“Alcanzamos un acuerdo y nos hicimos cargo del negocio con el compromiso de respetar la antigüedad de la plantilla y de no cambiar la forma de trabajar”, recuerda José Ángel Pastor López, gerente del actual ‘Casa Puga’. El reestreno se produjo el 27 de abril de 2015 y el traspaso de poderes ha mantenido la oferta gastronómica del local, pero con una novedad: la tapa del bacalao con tomate. “La incorporamos después de finalizar la Semana Santa de aquel año, pensando que podría una buen opción.Tiene tanta aceptación que la hemos añadido junto con la del bacalao frito que ofrecemos todos los días de Semana Santa”, destapa Pastor López.
La ensaladilla rusa y los champiñones a la plancha son las dos tapas con más aceptación y que suman más peticiones. “Sin ser una tapa, porque las servimos en formato de raciones y media ración, también destacan los champiñones en adobo y las gambas a la gabardina, nuestros platos estrella”, descubre este mismo interlocutor.
Este ensolerado bar, punto de encuentro y auténtico kilómetro cero de la tapería local, ha saciado el apetito y ha calmado la sed de infinidad de nombres, algunos conocidos. “Lo que más nos llena de satisfacción es cuando viene gente de fuera, políticos de primera talla, actores o directores de cine, y se van encantandísimos, y nos dicen lo bien que han comido y han sido tratados”, comenta este joven gerente.
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