El atlas celular humano
Canjáyar celebra una década del Año Jubilar de la Santa Cruz
Alpujarra
El municipio ha acogido varios actos religiosos por los 410 años de su descubrimiento
Almería/En la memoria colectiva de los canjilones permanece inalterable en el tiempo aquel 19 de diciembre de 2010, un día encapotado por las nubes y esclarecedor por su significado religioso ya que daba inicio al Año Jubilar de Canjáyar concedido por el Papa Benedicto XVI y que convirtió a la localidad durante todo el año 2011 en punto de peregrinación para miles y miles de devotos de la Santa Cruz de Canjáyar.
Hace unos días se cumplía una década desde que esta localidad de la comarca del Medio Andarax se convertía en epicentro mundial de la peregrinación para miles de devotos (cerca de 30.000 para un municipio con poco más de 1.000 habitantes). Una ocasión única para ganar el Jubileo, orando con la Santa Cruz, que vino precedida de dos años de intenso trabajo por parte del Ayuntamiento de Canjáyar y la Diócesis de Almería para organizar un evento que brilló por la alta participación, la grandiosidad y variedad de las celebraciones y la implicación férrea y sin fisuras de todos los canjilones con su por entonces alcalde, Francisco Alonso, al frente.
Un año de júbilo, el de 2011, que una década después se sigue recordando durante la celebración hace unos días de los actos religiosos en honor a la Santa Cruz del Voto con varias misas y un pregón a cargo del reverendo Miguel José Esteban, todas ellas bajo las más estrictas medidas sanitarias en tiempos marcados por la pandemia, y que celebraron el 410 aniversario de su aparición.
El párroco de la localidad, Jesús Martín, explica a Diario de Almería que “a nivel provincial, la gente ahora sabe al menos ubicar dónde está la Santa Cruz y los vecinos sienten con más orgullo ver cómo la devoción que era particular se extendía a más gente dentro de la provincia”.
Martín señala que en esta ocasión, al igual que el año pasado con el inicio de la pandemia, “la Santa Cruz ha estado expuesta y los vecinos y devotos han podido rezar y adorarla manteniendo las distancias”. Afirma que “la gente tenía muchas ganas de rendirle tributo porque el año pasado no se pudo celebrar de ningún modo” y destaca que el pregón de Esteban, que es oriundo de la localidad, “fue muy emotivo porque supo conjugar el sentimiento del pueblo de Canjáyar y su devoción a la Santa Cruz”.
El párroco, que lleva desde 2015 en la localidad, ensalza el hito de conseguir el Año Jubilar porque “ha sido muy beneficioso para Canjáyar” y, añade, “con perspectiva se valora más lo que Canjáyar tiene”.
Hay que recordar que la historia se remonta al 19 de abril de 1611 cuando el sacristán Juan Martínez Peralta tuvo una visión en la que una procesión de ángeles portaba una cruz que se dirigía a orar desde el altar mayor de la iglesia de Canjáyar al baptisterio y desde allí, extramuros, a la Cruz Blanca. Ese día, en las excavaciones, apareció la Cruz de Canjáyar.
Para tan insigne hecho, hace una década, los vecinos de Canjáyar engalanaron sus casas y balcones ofreciendo al visitante un paseo didáctico e histórico a través de un Museo Abierto en el centro de la población. El obispo de Almería, Adolfo González Montes, fue el responsable de inaugurar un año de júbilo para este pequeño municipio de la comarca del Medio Andarax. Aquel 19 de diciembre de 2010, en un silencio sepulcral, parapetado con paraguas, y con tres golpes secos y virulentos a la puerta de la iglesia de la Santa Cruz de Canjáyar, acompañados de unas palabras cargadas de misticismo daba comienzo el año de los canjilones: “¡Que se alcen las antiguas compuertas, va a entrar el Rey de la Gloria!”.
El primer acto religioso de gran calado emocional fue el preámbulo de un innumerable elenco de actividades. No faltaron programas religiosos y culturales, exposiciones religiosas y de arte civil, predicaciones y conferencias con prestigiosos oradores y eclesiásticos episcopales, conciertos sacros y profanos, presentación de sellos y boletos de lotería con la efemérides del año Santo canjilón, teatro, festivales flamencos, exposiciones de arte, conciertos sacros, teatro y conferencias y así hasta un largo etcétera de eventos que convirtieron a Canjáyar a lo largo del año 2011, hasta el 14 de septiembre de ese año, en lugar de peregrinación a la altura de Santiago de Compostela.
No en vano, durante esos nueves meses, la población de Canjáyar llegó a triplicarse y cuadruplicarse durante largos periodos de tiempo gracias a la masiva llegada de peregrinos venidos de todos los puntos de España, deseosos de venerar y contemplar la Santa Cruz de Canjáyar, resguardada en todo momento en una gran urna de cristal.
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