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Levante
Arturo Grima (PP) ya es alcalde de Turre tras conseguir la mayoría absoluta de votos a favor para la moción de censura presentada por sus cuatro concejales y los dos exediles de Con Andalucía (IU) que ya han sido expulsados de su partido por pactar con el PP.
A las 12:00 horas comenzaba el pleno para votar la moción de censura contra María Isabel López (PSOE), quien gobernaba en minoría desde el 17 de junio, con cinco concejales. Su breve mandato ha durado solo 129 días. En junio no fructificaron las negociaciones entre el Partido Popular y los concejales de Izquierda Unida, lo que impidió que Arturo Grima fuese investido, pero ya antes de la feria de San Francisco ambas partes habían limado asperezas, solucionado los flecos pendientes y acordado destronar al PSOE de la Alcaldía.
"Me hubiera gustado que este acuerdo se hubiese alcanzado en junio y no tener que llegar a una moción de censura", ha asegurado Arturo Grima durante el pleno. "Hubo varias reuniones con los concejales de IU pero faltaron unos flecos; yo ya se lo había dicho a María, que si entre ellos no llegaban a un entendimiento esto algún día tendría que llegar", dice el ya nuevo alcalde ante los medios de comunicación.
Así, Grima recupera la vara de mando de Turre ocho años después de su último mandato. Ya había sido alcalde en tres etapas distintas, con una candidatura independiente entre 1999 y 2007 y luego, ya con el PP, de 2007 a 2008, donde fue sustituido, precisamente, mediante una moción de censura (aunque dimitió antes de que se produjera el pleno). En el año 2011 volvió a ser alcalde, cargo en el que se mantuvo hasta 2015, cuando tras las elecciones municipales se produjo el primer pacto entre el PSOE de María Isabel López y Martín Morales, de Izquierda Unida —cabe recordar que los últimos ocho años han gobernado PSOE e IU con un pacto de alternancia en la Alcaldía, aunque con unas evidentes malas relaciones—.
No es la primera vez que el dirigente popular gobierna apoyado por partidos comunistas, como él mismo ha recordado durante su discurso. Ya lo hizo en 1995 con Agustín Collado y en 2007 con Dámaso Visiedo. Ahora el acuerdo es con Martín Morales —que parece haber dado un paso atrás a pesar de que fue el cabeza de lista de Con Andalucía— y David Ruiz, quien ha ejercido de portavoz de su grupo durante la moción de censura y, presumiblemente, sustituirá a Grima como alcalde a partir de abril de 2026, según el acuerdo firmado entre ambas partes.
La votación de la moción de censura se ha celebrado sin sorpresas. Arturo Grima tenía asegurada su investidura gracias a los cuatro votos de sus concejales (él mismo, Pedro Serafín Fernández, Isabel Celia González y Juan Ángel Guerrero) y los de Martín Morales y David Ruiz, los dos ediles expulsados de Izquierda Unida por su apoyo a la moción de censura.
La sala de plenos estaba abarrotada. Entre los presentes, algunos vecinos y familiares de los concejales, representantes socialistas, del Partido Popular y también un ex de Izquierda Unida, el edil de Garrucha Álvaro Ramos (expulsado de su partido en junio tras dar la Alcaldía al PP). No faltaron algunos de los grandes valedores de Arturo Grima, como el vicepresidente segundo de la Diputación, Fernando Giménez, y el asesor popular, Francisco José Amizián.
Para Arturo Grima es un "honor ser alcalde" y todo "un reto" hacer frente a las dificultades económicas del Ayuntamiento de Turre. El objetivo, asegura, es hacer un pueblo "mejor, próspero y con oportunidades". Para ello cree que será importante su experiencia y tiende la mano al PSOE para colaborar desde la oposición.
Por su parte, David Ruiz defendió que el pacto con el PP se produce porque el PSOE se ha negado a negociar con ellos y llegar a acuerdos. "Es un pacto legítimo", asegura el ya exmiembro de Izquierda Unida. Para él y Martín Morales, era necesario hacer este cambio "cuanto antes".
No obstante quedan dudas por resolver. El PSOE asegura que los dos concejales no adscritos (Morales y Ruiz) no podrán formar parte del equipo de gobierno ni percibir retribuciones por parte del Ayuntamiento. Se basan en una sentencia de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, fechada el 26 de octubre de 2020, que fija como doctrina que el pase a la condición de concejal no adscrito, como consecuencia o por razón de un supuesto de transfuguismo, "impide que se asuman cargos o que perciban retribuciones que antes no ejercían o percibían e impliquen mejoras personales, políticas o económicas".
Al respecto, Arturo Grima se limita a decir que no es momento para preocuparse por esos asuntos. David Ruiz, por su parte, asegura que no han recibido la notificación de Izquierda Unida oficializando su expulsión, por lo que "eso aún está por dilucidar" —el escrito sí que llegó al Registro General del Ayuntamiento el pasado lunes 16 de octubre— . En cuanto a la posibilidad de que no puedan asumir cargos ni recibir retribuciones, Ruiz se muestra a la espera de sentencias aunque asegura que "no tengo ningún problema de trabajar sin cobrar, porque ya he sido concejal durante tres años sin cobrar ni un euro; soy delineante y tengo mi trabajo, no necesito la política para vivir, sino que lo hago para mejorar la situación del pueblo".
La moción de censura ha prosperado gracias a seis personas, de dos partidos diferentes. Pero para Arturo Grima son "un solo núcleo, un grupo de seis componentes unidos". Por ello, durante el pleno agradeció "la generosidad" de los dos exconcejales de Izquierda Unida por "poner el bien del pueblo por encima de los estatutos de su partido".
El nuevo alcalde afirma que la moción de censura "no es un capricho político" sino algo que "el pueblo estaba pidiendo". En su opinión, la gestión de María Isabel López y su equipo es ineficaz y como ejemplo puso "el mal estado del servicio de limpieza o que sean incapaces de solicitar subvenciones europeas que han supuesto la llegada de millones de euros para otros ayuntamientos".
Sin embargo, para la ya exalcaldesa esta moción de censura "no es por la gestión que hayamos hecho durante estos cuatro meses, sino porque el PP y los concejales de IU no supieron llegar a un acuerdo en junio y ahora sí". María Isabel López recordó que su partido fue la lista más votada en las elecciones de mayo y se mostró "muy orgullosa" del trabajo realizado en este tiempo. Finalmente deseó a Grima que tenga "muchos aciertos y paciencia", algo que pareció una pulla a sus exsocios de gobierno, los dos ediles tránsfugas.
El secretario de Organización del PSOE de Almería, Antonio Martínez Rodríguez, ha criticado la “absoluta desvergüenza” con la que viene actuando el Partido Popular en la provincia de Almería “poniendo sus intereses particulares por encima de los generales” a la hora de conformar gobiernos “antinatura” en municipios donde no han sido la lista más votada “llegando, incluso, a plantear mociones de censura” como ha ocurrido en el Ayuntamiento de Turre con dos ediles de Izquierda Unida, a los que su formación ha expulsado.
“La derecha ya no tiene ni una sola línea roja que cruzar en la provincia, puesto que las ha sobrepasado todas en Garrucha, Níjar, Líjar y Rioja después del 28 de mayo, y ahora también en Turre vía moción de censura”, ha reprochado el dirigente socialista quien ha cuestionado “qué lecciones y a quién se las va a dar el Partido Popular a la hora de alcanzar gobiernos, cuando ha hecho todo lo posible y lo imposible por conseguir el poder en municipios donde no ha ganado las elecciones pactando, para ello, con la ultraderecha, con ediles que se presentaron defendiendo proyectos de izquierdas o con tránsfugas mediante acuerdos ocultos”.
Así, Martínez Rodríguez ha criticado que en el caso de Turre, los concejales que firman esta moción de censura están “anteponiendo sus intereses personales a los del municipio, ya que la localidad estaba inmersa en una dinámica de avance y progreso, con la socialista María Isabel López al frente de la Alcaldía, pero ahora sufrirá un frenazo en su desarrollo”.
Para el dirigente socialista, el PP tiene “un discurso para cada ocasión” y, por eso, ha dicho, “no es creíble ninguna de las declaraciones que en materia de pactos o acuerdos realizan sus dirigentes provinciales, el presidente andaluz, Juanma Moreno, o el propio Feijóo”. “La derecha que gobierna Andalucía, de la mano de Moreno Bonilla, que está promoviendo todos estos acuerdos demuestra que para ellos todo vale y que en el PP la única ley que rige es la del embudo, donde la parte ancha siempre es para ellos”, ha afeado.
El secretario de Organización socialista ha adelantado que su partido estará “vigilante” en todos estos municipios para “evitar que la cocina de estos pactos no suponga ningún menoscabo para las arcas municipales” y advierte de que el PSOE “no permitirá la más mínima actuación o medida que atente contra los intereses generales de los vecinos y vecinas de estos municipios”.
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