Antas regresa cuatro milenios atrás para volver a ser el epicentro de la cultura argárica

Historia

Entre una gran expectación, la localidad antense estrena las primeras recreaciones históricas que ilustran los oficios y las costumbres de esta civilización y rituales como los banquetes funerarios

Antas estrena tres casas argáricas para entender cómo vivían en la Edad de Bronce

Así eran las casas de los "almerienses" de hace 4.000 años

Actrices y actores locales escenificaron cómo era la vida en las casas argáricas.
Actrices y actores locales escenificaron cómo era la vida en las casas argáricas. / Rafael González
David García

06 de agosto 2023 - 18:48

El epicentro de la cultura argárica se encuentra en la localidad de Antas. Así lo atestiguan los expertos que se han encargado devolver a la vida a aquella civilización que hace cuatro milenios emergiera a los pies de la meseta donde hoy se levanta la localidad antusa, en pleno corazón del Valle del Amanzora.

Remontándose a un pasado de madera, piedra, arcilla y cañas de río, un grupo de arqueólogos, con Paco Alcaraz y Auxilio Moreno a la cabeza, han construido tres viviendas argáricas con aquellos mismos materiales para que la población actual entienda cómo era la vida en la Edad del Bronce. Casas rectangulares hechas con un zócalo de piedra y un alzado de cañas atadas con cuerdas de esparto y recubiertas de mortero, cubiertas con un techo de vigas de madera y cañas.

Y para celebrar tamaño hito, el yacimiento de El Argar ha acogido este fin de semana una recreación histórica con la que ilustrar de la forma más feaciente posible la cotidianeidad del 2044 a. C. Así, habitantes de la localidad antense hicieron de actores y actrices por un día ataviados con prendas de la época para desempeñar las tareas y oficios de entonces y otorgar vigencia a unas costumbres hoy pretéritas, que no extintas, como trueques o enterramientos.

Todo estaba dispuesto con mimo. Y es que se pretende que las recreaciones históricas y las visitas de grupo tengan continuidad en el tiempo y hagan de este un espacio de referencia a nivel patrimonial tanto en el Levante como en el conjunto de la provincia almeriense.

Para la que fue la primera recreación histórica, todos los pases que había puesto a disposición de los visitantes el Ayuntamiento del municipio estaban agotados. Tanto es así que hubo que establecer visitas en varias franjas horarias diferenciadas, siendo la que más gente acogió la primera de ellas y viéndose obligados los organizadores a llevar a cabo más pases de los previstos inicialmente, señal inequívoca del éxito y la aceptación cosechados.

Decenas de personas comprueban in situ cómo eran los oficios quehaceres diarios de la época.
Decenas de personas comprueban in situ cómo eran los oficios quehaceres diarios de la época. / RAFAEL GONZÁLEZ

Recreaciones históricas y pasacalles

El lugar de encuentro fue la calle Celia Viñas del municipio. Allí estaban citados los asistentes y desde este punto tomaron un tren turístico que les trasladó hasta el Campo de Fútbol Aljoroque, desde donde realizaron a pie el camino restante que desembocaría en el yacimiento de El Argar. Allí los arqueólogos Pedro Flores y Luis Siret hicieron de anfitriones e introdujeron a los visitantes en la cultura en la que estaban a punto de sumergirse.

Una vez concluidos las representaciones de la vida en las casas argáricas, la comitiva desandó el camino y regresó hasta la Plaza del Ayuntamiento, donde se escenificó un banquete funerario argárico, uno de los elementos culturales más significativos de esta civilización a través de los cuales los difuntos eran enterrados bajo los suelos de las propias viviendas junto a distintas ofrendas conocidas como ajuares funerarios, que dejaban a las claras, entre otras cuestiones, lo profundamente jerarquizadas que estaban las sociedades de entonces.

El pueblo de Antas acogió la representación de un banquete funerario, uno de los rituales más representativos.
El pueblo de Antas acogió la representación de un banquete funerario, uno de los rituales más representativos. / RAFAEL GONZÁLEZ

Al abrigo de unas calles antusas tematizadas para la ocasión, la jornada concluyó con un pasacalles y con un ambiente festivo plagado de música, bebida y comida, poniendo así el epílogo a un hito para el municipio del Levante almeriense que no ha hecho sino colocar la primera piedra de un presente y un futuro que quieren poner en valor, ahora más que nunca, el rico patrimonio cultural e histórico que alberga la villa de Antas.

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