Javier Soriano Trujillo

Viva honrada la Guardia Civil

La tribuna

24 de mayo 2025 - 03:08

Recientemente he tenido el honor de asistir al acto institucional de la celebración del 181 aniversario de la fundación del Cuerpo de la Guardia Civil. Un acto sencillo, espartano como me gusta decir, pero entrañable, emotivo. Haciendo un breve repaso a su historia, por Real Decreto (RD) de 28 de marzo de 1844, se creó un cuerpo especial de fuerza armada de Infantería y Caballería con la denominación de Guardia Civil. A los efectos de organizar esta nueva fuerza se comisionó al Mariscal de Campo D. Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada, que nació el 11 de marzo de 1803 en Pamplona y llegó a ostentar el grado de Teniente General del Ejército.

El reto que se le planteó al Duque de Ahumada fue poner en marcha una Institución que, caracterizada por su eficiencia y, en términos del RD, se destine “… a proteger eficazmente las personas y las propiedades”. Para ello, propuso que la Guardia Civil fuese una organización basada en la calidad, por lo que recomendó cubrir la plantilla paulatina y selectivamente para garantizar la excelencia del personal. Suya es la siguiente cita: “servirán más y ofrecerán más garantías de orden cinco mil hombres buenos que quince mil, no malos, sino medianos que fueran.”

En consonancia con ello, el 20 de abril de 1844 el Duque de Ahumada elevó un informe de cuya aceptación hizo depender su vinculación al proyecto, y en el que además de lo anterior, sugirió cambios organizativos y abogó por una mayor remuneración de los nuevos guardias, puesto que ésta debería estar en consonancia con las responsabilidades que se les iban a asignar. Aun con todo, manifestando una capacidad organizativa excepcional, la propuesta significaba una reducción importante del gasto inicialmente presupuestado. El informe provocó la derogación inmediata del RD de marzo, que ni siquiera entró en vigor, para dar lugar al definitivo Real Decreto de 13 de mayo, que es el que se considera realmente como el decreto fundacional de la Guardia Civil.

En este RD se estableció la primera plantilla del Cuerpo (art. 3) con 14 Tercios, 9 Compañías de Caballería y 34 Compañías de Infantería (14 Jefes, 232 Oficiales y 5769 de Tropa). Así mismo, el artículo 22 especificaba que “para que la primera organización del Cuerpo pueda verificarse desde luego, se sacarán del Ejército 3205 hombres, a razón de 35 hombres de cada Regimiento de Caballería, 20 de cada Batallón de Infantería, y de milicias provinciales 15.”

Una vez creada, el Duque de Ahumada, en tiempos de bandolerismo y corrupción generalizada, se preocupó de armar moralmente a los integrantes del nuevo Cuerpo. Un año después de su creación, por Real Orden de 20 de diciembre de 1845, se aprobó la “Cartilla del Guardia Civil”, que no solo vertebró la organización del Cuerpo, junto a una ingente producción de Circulares, Órdenes e Instrucciones, sino que conformó un auténtico modelo y marcó las relaciones con la sociedad. Buena parte de ese desarrollo normativo estaba dedicado a plasmar los principios, valores y virtudes de los miembros de la Guardia Civil, estableciendo un alto nivel moral, además de regular aspectos de mera urbanidad, relación social y humana de los integrantes de la Institución con la sociedad civil, Autoridades y otras Instituciones.

Esta Cartilla se ha mantenido vigente hasta el Real Decreto 176/2022, de 4 de marzo, por el que se aprueba el Código de Conducta del personal de la Guardia Civil, aunque este RD no deja sin efecto ni la vigencia ni los principios de la Cartilla puesto que no la deroga, sino que, por el contrario, los incorpora a su contenido con una formulación actualizada y adaptada a nuestros tiempos. Hoy, 181 años después, el Cuerpo de la Guardia Civil sigue fiel a su código de conducta, la Cartilla del Guardia Civil, empezando por su primer artículo: “El honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil; debe por consiguiente conservarlo sin mancha”. Pero en tanto el Guardia Civil cumple con este código de conducta, la Autoridad civil a la que está subordinado, también debe velar por el honor de la Guardia Civil, aunque la realidad a veces no sea así, asistiendo últimamente a manifestaciones contrarias de la propia Autoridad civil vertiendo acusaciones veladas sobre la actuación de los Guardias cuando los asuntos que investigan por orden judicial afecta esa Autoridad. Mi felicitación pública a mis compañeros de la Guardia Civil por su 181 cumpleaños.

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