Viaje oscuro al alma humana

Con interés, intriga y expectación nos encontramos con lo que parece ser la última entrega de una saga que marca un hito en la novela policiaca contemporánea, y que supone el desenlace de las aventuras de la Inspectora Elena Blanco.

Carmen Mola (Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero) nos presenta una novela que se estructura en torno al terrible mundo de la violencia, la venganza y el ejercicio del poder sin ningún sentido de la ética y que, en definitiva, muestra los entresijos más oscuros del alma humana. La historia se centra en una serie de personajes que, a través de sus decisiones y acciones, revelan los intrincados caminos por donde deambula la peor versión del ser humano: la guerra de Liberia y los niños soldado; el tráfico de órganos o la violencia extrema son solo algunos ejemplos de este viaje por lo más tenebroso del alma humana.

Elena Blanco, la inspectora que los lectores de Carmen Mola conocen bien, se enfrenta a su peor enemigo, una poderosa organización integrada por personalidades del mundo de la empresa, la política, la judicatura y la policía: el Clan. Y es su peor enemigo porque el Clan es un ente multiforme, inconcreto, es un villano sin cara: “El Clan funciona sin una cabeza concreta” “estás buscando a un fantasma” (pp.281-282) . Un enemigo tremendamente poderoso que da verdadero miedo, porque se percibe como intangible.

Con la inspectora en busca y captura, acusada del asesinato de un policía, la trama se desarrolla de una forma ágil y envolvente. Los autores logran crear una atmósfera tensa y emocionante, manteniendo al lector en vilo a lo largo de la trama. Los personajes están bien desarrollados, cada uno con sus propias motivaciones y conflictos internos, lo que añade una capa de profundidad a la historia. La propia inspectora va evolucionando y cambiando su forma de ver el mundo.

Utiliza una estructura no lineal que permite al lector descubrir la historia a través de diferentes perspectivas. Esto enriquece la trama y añade capas de complejidad a los personajes. La alternancia de puntos de vista también genera una sensación de inmediatez y urgencia. Los lectores de Almería disfrutaremos de la novela, con el atractivo añadido de reconocer ubicaciones donde se desarrolla la trama: San Juan de los Terreros, Almería, Olula del Río o Macael aparecen en sus páginas convirtiéndose en escenarios cómplices de la intriga y el misterio. “¿Has pagado el mármol de Almería?” interroga de forma inquietante uno de los personajes. La fuerza telúrica de nuestra provincia, que tanto ha inspirado a escritores y cineastas, combina muy bien con la pasión desgarradora que Carmen Mola pone en la historia.

En la novela hay una alusión a una canción del cantante italiano Nicola di Bari que menciona una herida: “Avevo una ferita in fondo al cuore” (tenía una herida en el fondo del corazón). En sentido amplio, la novela habla de las heridas que tiene nuestra sociedad en el fondo del corazón. Una situación que necesariamente debe provocar una reflexión profunda en el lector, sobre la naturaleza de las relaciones humanas y las decisiones que tomamos. Los aproximadamente 38.000 niños soldado que fueron forzados a luchar en la guerra de Liberia sufren, en la actualidad, estrés postraumático y depresión. La lectura de “El Clan” no dejará indiferente a nadie, y removerá la conciencia de los lectores. Las heridas de nuestra sociedad son profundas, cruentas e indelebles. Por eso, podemos decir que Carmen Mola acierta plenamente al golpear nuestra integridad ética como ciudadanos y como sociedad. ¿Acaso el Clan no somos todos?