La tribuna
José María Martínez de Haro
Feliz Navidad
La tribuna
El próximo día 13 de abril se celebra San Hermenegildo, un día que tiene especial relevancia para los Veteranos de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil, ya que este Santo es nuestro Patrón. Por ello, los Veteranos hacemos un alto en nuestro quehacer diario y nos reunimos para celebrar tan señalado día para nosotros.
Unos Veteranos encuadrados en la Real Hermandad de Veteranos de las FAS y G. Civil, asociación fundada en Valladolid en 1957, hace ya 65 años de ello; una asociación de régimen general, de personas mayores, de ámbito nacional, carácter cultural, benéfico y apolítico, sin ánimo de lucro, con personalidad jurídica y capacidad civil, de acuerdo con los Estatutos aprobados por el Ministerio del Interior, declarada de utilidad pública, y que tiene concedida la Cruz de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social.
Bajo el Patronazgo de San Hermenegildo, Príncipe de España, ejemplo de virtudes castrenses, que vivió y luchó durante la dominación del Arrianismo en la España visigótica, fue perseguido y muerto por sus creencias a finales del siglo VI, la Real Hermandad tiene como fines: fomentar y dar continuidad a los valores e ideales que constituyen la esencia de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil; facilitar y mejorar las condiciones de vida de los asociados, mediante una oferta de servicios y actividades integrales de calidad y confianza; atender a la ayuda, protección y apoyo de las personas necesitadas; y cooperar a la difusión y defensa de la imagen de las Fuerzas Armadas, y de la Guardia Civil, al desarrollo de la conciencia nacional de seguridad y defensa, y a reavivar el concepto de Patria.
Pues bien, si hoy nuestra sociedad reconoce y valora a nuestras Fuerzas Armadas es por el trabajo que durante 40 años llevamos a cabo los Veteranos, que nacimos en una dictadura, que ingresamos en un Ejército acusado de garante de ese régimen, que algunos fueron a 2 guerras (Ifni en 1957 y Sahara en 1975), que vivimos el cambio de régimen con la pérdida de compañeros a los que ni las balas marroquíes ni saharauis del frente polisario habían podido matarlos, pero sí en su propia casa las balas de unos mal nacidos compatriotas independentistas de extrema izquierda, que nos mantuvimos leales a nuestro Mando Supremo, a Su Majestad el Rey, en los momentos críticos del 23F, que sufrimos un continuo cambio de estructuras que nos afectaron en la vida familiar (cambios de destino de un día para otro), pero supimos ser fieles a nuestro juramento, en silencio, siempre en silencio, y nos fuimos adaptando a estos cambios, y ahora, cuando vemos, ya alejados del servicio activo, a nuestros compañeros que nos han tomado el relevo, nos sentimos muy orgullosos del camino recorrido. De ver cómo hemos pasado de limpiar el cañón del fusil con un cordón de bota, o de hacer prácticas de embarque en helicóptero en una silueta pintada con tiza en el suelo y banquetas simulando el interior del mismo, o una mochila que se nos caía a trozos, a ver a nuestros compañeros en activo con un equipo que nunca pudimos tener.
Por eso, los Veteranos de la Real Hermandad queremos seguir siendo útiles a nuestras Fuerzas Armadas, a nuestra sociedad en definitiva, dando continuidad a los valores e ideales que constituyen la esencia de las Fuerzas Armadas, atendiendo a la mutua ayuda, protección y apoyo a nuestros compañeros necesitados, manteniendo y fortaleciendo los lazos de unión, solidaridad y compañerismo entre nosotros.
Por eso, los Veteranos de la Real Hermandad queremos seguir siendo los garantes de la libertad y el estado de derecho, puesto que hemos sido el colectivo que más ha sufrido para ello; les tengo que recordar, puesto que parece que ya no nos acordamos, que en pocos colectivos les han tenido que explicar a sus hijos porqué sus padres tenían que mirar todas las mañanas los bajos del coche, porqué tenían que mirar por la ventana si algo había cambiado en la calle antes de salir, y lo más duro, no poder vestir el uniforme por la calle en su propia tierra.
Unos Veteranos que vamos a continuar con firmeza y perseverancia del ánimo en la consecución de los fines para los que se creó la Real Hermandad.
Nos verán mayores, y algo estropeados, pero nunca, nunca dejamos de ser, sentir y vivir la vida con vocación de Soldado, "…porque aquí no adorna el vestido el pecho que el pecho adorna al vestido." (del poema de Calderón de la Barca "El soldado español de los Tercios").
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