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Riadas y políticos
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Recuerdan aquella película de Martin Scorsese? Robert de Niro le dice a un sicario, “ olvídalo, no puedes tocarlo, es uno de los nuestros”. De estas películas y novelas pueden sacarse conclusiones esclarecedoras; “mantén cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos” dice Marlon Brando en El Padrino. La tropa ministerial ha salido al campo de batalla, forman una línea férrea y uniformada que vocifera consignas y frases rugientes, por orden directa del Jefe se han conjurado con la suerte de un valioso Consigliere que ha sido llamado a declarar ante el Alto Tribunal de Justicia de aquel país cuyo nombre desapareció en la niebla de los tiempos; “es uno de los nuestros”. Y a esa consigna entregan su honor, su dignidad y su futuro.
Il Consigliere aguanta el temporal con una sonrisa torcida y un gesto preocupante, no piensa ceder, dice que es la mejor de las decisiones posibles, pero no aclara para beneficio de quien, ni de cuantos. Los más ancianos del lugar susurran por lo bajo, esto no puede acabar bien. Il Consigliere ha eludido mentar algo sagrado en estos lares, el honor y la dignidad, esas cualidades que sellaban compromisos y leyes con una mirada, con un apretón de manos. Un hombre desprendido del honor y la dignidad es otra cosa , material carcomido que destila pestilencia, afirma un paisano.Aquí, en España ha causado estupor e indignación que un Alto representante de la Administración de Justicia se atrinchere en las singularidades de régimen interno para no “poner el cargo a disposición”, sabe bien que quien pudiera obligarle a dimitir no lo hará por razones de sobra conocidas. El ahora investigado conoce los resortes del sistema y trata de blindarse lazando un mensaje encriptado;” Si quisiera dañar a un espectro político tengo información de sobra, que por supuesto no voy a usar”.
Esto sugiere dudas y temores, y sobre todo asombro por la naturaleza del “mensaje” para quien quiera entenderlo. Ahora se sabe que quien lo dice acapara cierta experiencia sobre filtraciones cargadas de intención. Expertos juristas, ex magistrados, catedráticos y abogados opinan que de ser cierto que “conoce y tiene información sensible que pudiera dañar a determinadas siglas políticas”, su primera y urgente v obligación según el estatuto que le sostiene, sería denunciar en las instancias pertinentes los indicios razonables y creíbles de presuntos delitos atribuibles a determinadas personas o “siglas políticas”.
En aquella película de Mario Puzzo, Marlon Brando en el papel del Padrino aconseja a quienes forman su círculo más próximo. También lanza mensajes a sus enemigos. Pero el engranaje de la organización se sustenta en la experiencia del Padrino y las instrucciones del Consigliere tratando de dar apariencia de legalidad a la trama criminal. Quienes duermen con diazepam y escudriñan las noticias y comentarios en redes sociales, confían su destino al jefe y al Consigliere; unos por razones de puro beneficio, otros por aquello de la inseguridad fuera del poder, todos porque no tiene otro asidero ante el manantial de información conocida de donde brotan nombres, fechas, reuniones, cifras, etc. y esto no es sino la primera entrega. Vamos a entrar en un otoño de tensión extrema y de cruces de querellas, mientras alguno podría pensar en las formas de salvar el culo soltando lastre sobre ciertas informaciones también sensibles que le blindarían ante la perspectiva de un proceso penal.
Mientras seguimos con interés y estupor creciente la dimensión de la trama corrupta que envuelve al Gobierno, a dos presidentes de Comunidades Autónomas, dirigentes socialistas, familiares y empresarios, salta la noticia de la condena a Eduardo Zaplana a diez años de cárcel. Zaplana fue presidente de la Comunidad valenciana en 1.995 y más tarde Ministro de Trabajo del gobierno del PP en 2002. Ha sido probado que Zaplana fue un político corrupto, uno más en la lista de políticos corruptos que han gobernado bajo las siglas del PP. De Zaplana lo sabíamos
casi todo, y escribimos de aquello. Es ahora y gracias a la UCO y a medios informativos cuando comenzamos a saber sobre la presunta corrupción y pertenencia a una organización criminal que afecta al Gobierno, ministros, presidentes autonómicos y familiares del presidente. Resulta patético que mencionar la condena de Zaplana sea el único argumento del Gobierno para eludir alguna explicación a los ciudadanos sobre las implicaciones del informe de la UCO tratando torpemente de “equilibrar” la corrupción del PSOE y del entramado gubernamental y familiar con la del PP.
Como es sobradamente conocido el PP hubo de afrontar su factura por corrupción y perdió el poder en 2018 por una moción de censura presentada por Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados con los votos de partidos separatistas-golpistas, filo-terroristas y de extrema izquierda. Aquel discurso fue capaz de derrotar a Núñez Feijoo y arrebatar el poder al PP. Pero una vez destapados estos hechos que afectan al actual gobierno, resulta evidente que todo aquello fue la escenificación de un candidato tramposo capaz de hilvanar mentiras con tono solemne para cautivar una opinión pública que no estuvo, ni está preparada para soportar alguien de catadura semejante.
Cinco años más tarde de aquel circo en el Congreso ya se sabe que Sánchez miente siempre, incluso cuando dice alguna verdad, es el tic del trilero, pero lo delata la rigidez mandibular y los músculos faciales como bolas de acero. Cara de cemento dicen los castizos. No hay quien le crea cuando declara solemnemente sobre la nueva trama de corrupción que empapa a sus ministros, presidentes de autonomías y su círculo familiar; “Total trasparencia, colaboración con la Justicia” repiten los papagayos socialistas. Cargar contra el juez instructor del juzgado nº 41 de Madrid tratando de desprestigiarle y amedrentarle con tres querellas por supuesta prevaricación no es colaborar con la Justicia. Peor aun cuando las tres querellas han sido inadmitidas en la Audiencia Provincial de Madrid dando la razón al juez. Otra gran mentira, cuando tuvo indicios de que existía esta trama organizada y corrupta dentro del gobierno, a la vez que destituía a Ábalos ¿porque no acudió a la Fiscalía Anticorrupción con la oportuna denuncia? A Koldo, Ábalos, Armengol, Illa, Marlasca, Torres, esposa y hermano y demás colaboradores les han “pillado” los periodistas y la investigación de la UCO.
La ciudadanía ya conoce el cariz de algunos políticos que instrumentalizan la democracia para fines perversos, entre ellos el enriquecimiento personal y familiar. Y también el de un fiscal general atrincherado en su propio circulo entre mensajes y advertencias propias de un guion siciliano. En aquella película de culto, “Casablanca”, Humphrey Bogart cuando el film está a punto acabar abraza a su amante y le dice” Siempre nos quedará Alcalá Meco”, destino inexorable en un Estado de Derecho. La cara de estupor de Ingrid Bergman estrecha los esfínteres de tantos delincuentes disfrazados de demócratas.
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