Novelar nuestra identidad

Isabel San Sebastián (Santiago de Chile, 1959) vuelve a su cita con los lectores para presentarnos una nueva novela histórica, después de una larga trayectoria con títulos como “La Peregrina”, “Las Campanas de Santiago” o “La Dueña”. Isabel San Sebastián regresa con una nueva entrega de su épico relato de la Reconquista que podemos considerar, en su conjunto, como un apasionante rescate de nuestras raíces históricas. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la autora se está encargando de la ingente, necesaria y loable tarea de “novelar nuestra identidad”. Su nueva obra “La Temeraria” se ambienta en el Reino de León durante turbulento siglo XII, en plena ofensiva almorávide, y la cristiandad reorganizándose para dar respuesta a la situación. Urraca, hija de Alfonso VI y legítima heredera al trono de León, cumple la última voluntad de su padre y contrae matrimonio con Alfonso I, el Batallador, quien tiene la clara intención de ejercer el poder no solo en Aragón sino también en León.

La narración se realiza en primera persona, a través de los ojos de Mundiadona, la doncella de confianza de la reina Urraca, que se convierte en el “alter ego” de la autora y nos guiará por la azarosa vida de la primera soberana de pleno derecho en Europa. La reina Urraca fue una mujer maltratada no solo físicamente sino también degradada en su papel histórico nunca reconocido ni valorado. Se vio obligada a enfrentarse a su marido, a su propio hijo y además a los inflexibles prejuicios de la época, siempre con valentía, arrojo y decisión, y no con la “temeridad” que injustamente se le atribuye.

El estilo de San Sebastián en “La temeraria” se caracteriza por una mezcla de dinamismo narrativo y profundidad histórica. Escrita con una prosa ágil y directa, capta de inmediato la atención del lector y lo introduce de lleno en la aventura y vicisitudes de la protagonista. Nos encontramos con una rigurosa documentación histórica, diálogos fluidos y ritmo ágil, además de una trama trepidante llena de intrigas, mezquindades y traiciones pero también de amores, generosidad y lealtad.

La autora utiliza un lenguaje claro y comprensible, sin caer en excesos de arcaísmos o tecnicismos que puedan dificultar la lectura. La estructura de la novela es lineal, siguiendo las aventuras y desventuras de la protagonista, a lo largo de varios episodios históricos. La narración está dividida en capítulos relativamente cortos, lo que aporta dinamismo y facilita la lectura.

Los grandes temas de la novela son el poder, los valores personales, la lealtad y la supervivencia en un mundo dominado por los hombres. También son temas clave el honor, la venganza o la justicia. Todo ello para conformar una excelente obra.

En definitiva, una novela apasionante. Además, leer a Isabel San Sebastián en Almería, una de las ciudades más importantes de Al-Andalus, adquiere una significación especial. Almería, como sabemos, fue un puerto de grandísima relevancia tanto para el comercio como para las expediciones militares, y se constituyó como un punto estratégico clave. Los lectores almerienses vamos a disfrutar y valorar especialmente esta obra.

Novelar estos siglos fundamentales de nuestra historia es reconstruir y entender nuestras raíces, y se convierte en una necesidad para comprender las claves de nuestra identidad.