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Es posible que la querella que ha presentado el PP contra el PSOE por presuntos y graves delitos no tenga consecuencias inmediatas para el presente y el futuro de España. Sin embargo, es cuestión de urgencia romper el círculo hermético que Sánchez ha forjado con sus socios y aliados para blindarse todos frente a un posible cambio de gobierno y las consecuencias judiciales de los procesos en curso. Poco a poco los hechos muestran una evidencia; esto no es fango, es mierda. El guion es así; un técnico electricista introdujo a un portero de puticlub en el núcleo de poder del partido; Sánchez&Ábalos ,¿porque y para qué? La pregunta se hace necesaria a tenor de lo que ya se conoce y de lo que se espera conocer sobre una trama que apenas muestra la cima de varias toneladas de mierda cuya base son las sigas de un partido centenario. Ábalos, nieto de Guardia civil, hijo de un torero frustrado, fue nombrado ministro y ahora está a punto de ser imputado por presuntos delitos de corrupción que abarcan varios ministerios, presidentes de comunidades autónomas, dirigentes del partido, altos mandos de la guardia civil que apuntan a lo más alto de esta Organización napolitana que, según ciertas informaciones, integra el gobierno de España. El perfil del pícaro daría para una trepidante novela típicamente hispana, Berlanga se hubiera forrado, Almodóvar no se atreverá; silencio, se trata de “uno de los nuestros” y en esto de dineros opacos son parientes próximos. El caso es que José Luis Ábalos sigue interpretando el papel de José Luis Ábalos, le viene como guante de seda. Poco habría que añadir si no fuera porque el personaje inverosímil ha escenificado un rosario de mentiras y bulos que añaden morbo a esta trama que conecta varias instituciones y organismos públicos y empresas privadas en un submundo de supuestos delitos de corrupción que presuntamente alcanzan la sede de la Organización; personajillos con bolsas de plástico con 90.000 billetes supuestamente entrando en la calle Ferraz, según desvelan los audios que se han reproducido en varias cadenas de televisión. Los informes de la UCO van descubriendo algunos detalles de una corrupción sistemática y organizada dentro del ministerio de transportes cuando el nieto del guardia civil era ministro. El mal llamado caso Koldo, es ahora el caso Ábalos, y la curva ascendente apunta al número UNO. Este número es el principal. Los más recalcitrantes de la banda simulan no saber el significado político que tiene ese número en esta espesa trama de corrupción, tampoco los medios informativos y periodistas orgánicos sobrealimentados y con el culo pegado al pañal que acompañan a la banda de hampones mientras campan alegremente por España y Venezuela llenado los zurrones. ¿Qué tal Mr. Morodo? ¿Qué tal Mr. Zapatero? ¿Cuánto Diazepam se despacha en la calle Ferraz? Dice Bustos que se trata del botín. Y el botín es sagrado. Desde los comienzos del tiempo las clases que han acaparado poder han estado atentas al botín. Nunca con semejante descaro. Con esa sensación de impunidad cubierta de una capa de mierda que ahora ha sustituido al fango. Qué más da, unos miles de millones para una aerolínea, otros para una amante o para un chalet en una playa burguesa. Poco importa elevar a la categoría de catedrática a una aficionada a la trola y a las misivas perfumadas con agasajos postineros hacia un empresario y sus empresas que fueron bendecidas, ¡oh dioses! con otros cuantos millones del erario público, ¡Bingo¡, qué más da. Ocurre que el Jefe y la banda están cubiertos de mierda hasta las cejas, lo del fango fue un burdo disimulo hasta que el hedor ha penetrado en un informe de 223 páginas de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. ¡Vaya por Dios¡, otra vez la Benemérita. Se trata en todo caso de milloncejos, como se trataba cuando los ERES; “unos cuantos golfos” según afirmaba Mr. Chaves, el que fuera el principal en aquellos años de saqueo continuado de Andalucía. “El dinero público no es de nadie” aclaraba quien ahora preside el Consejo de Estado. Todo encaja a la perfección, se trata de una banda como escribe Bustos. Sucesivas generaciones de políticos han entendido esto de gobernar como una póliza de aseguramiento de capitales para varias generaciones. Menuda oportunidad. Desde el comienzo de la transición ha habido Koldos y Ábalos y mangantes disfrazados de demócratas que encajaban en el engranaje partidista. Pero según el Jefe, este Koldo de ahora es “un ejemplo para la militancia” y este Ábalos ” un importante activo del partido”, buen capital humano para mantener la mirada alta y la conciencia limpia. Tras varias fechorías y tramas de corrupción; Filesa, Time Export, Malesa, Roldán, Bahía de Cádiz, Faffe, Tarjetas Black, ERES, Merca Sevilla, etc.etc, el Jefe no puede presumir de inocencia, se supone que conoce bien la historia de su partido. La corrupción enlaza con esta trama de ahora y empapa a la Organización de la base a la cúpula. Y de este magma tóxico surge Sánchez, un personaje semejante no hubiera tenido cabida en aquella izquierda ilustrada que protagonizó la transición hacia la democracia. Surge ahora con la degeneración del socialismo hispano y de la política española en general. Ante la investigación de la UCO, el Jefe según el guion de Mario Puzzo debe trasmitir tranquilidad a los suyos. De ello se deduce que no hay esperanza que Ábalos abra la caja de los truenos, evitar los efectos colaterales están previstos en cualquier Organización con las tarifas correspondientes. La omertá suele ser una actitud rentable a largo plazo. Ábalos amaga, pero no suelta ni soltará, es uno de los principales beneficiarios de la opacidad y el silencio. Todo el estiércol acumulado en el primer informe de la UCO desbordaría un monográfico sobre la corrupción, esa corrupción que el Jefe desgranaba en el Congreso en 2018 y paradójicamente fue la base emocional y ética del actual presidente del gobierno para lograr el poder. Una oportunidad de acercarse al botín que escribe Bustos. Ningún partido de gobierno puede declararse limpio de acciones punibles y sospechas turbias, unos más que otros han desbordado los límites de la decencia. Ahora por rigor cronométrico estamos obligados a poner el foco en esto de Koldo& Ábalos&Sánchez siguiendo la línea ascendente hasta el Uno, ese que aparece en la mente de los lectores menos abducidos por las consignas partidistas. La Organización no abandona, tarde o temprano acude en ayuda. Claro ejemplo cuando el Jefe decidió prefabricar un cortafuegos y cesó a Ábalos como ministro. El nieto del guardia civil agachó la cabeza y se exilió al grupo mixto del Congreso con la boquita sellada. Tras el cese fulminante el Jefe ofreció a Ábalos un puesto en las listas del partido como blindaje en el Congreso de los Diputados en lugar de acudir a la Fiscalía Anticorrupción con la oportuna denuncia contra su ministro por indicios de corrupción según señala la Benemérita. Ahora, cuando el torrente de mierda cubre la cabeza, Ábalos habrá de decidir; cantar o callar. Callará, está en su ADN, sabe que vale más por su silencio que por sus cantatas.
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