De héroe en el siglo XVI a genocida en el XXI

En noviembre de 2009, los Ministros de Asuntos Exteriores y de Cultura firmaron un Convenio que, entre otros apartados, incluía la creación de una Comisión de Trabajo conjunta para la acción cultural exterior, con el objetivo de elaborar un Plan Nacional de Acción Cultural Exterior (PACE).

Un Plan que se enmarca dentro del concepto de diplomacia pública, de la que la "diplomacia cultural" ha sido tradicionalmente considerada un importante subconcepto. Esta expresión incluye la suma de todas las actividades de comunicación exterior que, a largo plazo, tienen como objetivo influir de manera positiva en la imagen y en la percepción de un país.

Para llevar a cabo el PACE se creó un Consejo de Acción Cultural Exterior, presidido por los titulares de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Cultura, en el que están presentes al máximo nivel los responsables de todas las instituciones y administraciones que tienen competencia en política cultural exterior, o la llevan a cabo.

El pasado mes de enero de 2019, reunidos en la sede del Instituto Cervantes, los Ministros de Cultura y de Asuntos Exteriores, anunciaron la recuperación por parte del Gobierno del PACE, que será coordinado por ambos Ministerios.

En esta reunión, el Ministro de Cultura, el almeriense José Guirao, informó de la asignación de un crédito presupuestario para desarrollar proyectos con una importante labor cultural exterior, entre los que figuraba el programa Foco Cultura España-Colombia, y se crearía ese mismo año el nuevo Foco Cultura España-México, que programaría actividades desde el segundo semestre de 2019 hasta finales de 2020.

Después de desgranar el contenido del programa Foco Cultura España-México, con un gran protagonismo del 80 aniversario de la llegada de los exiliados republicanos españoles a México tras su derrota en nuestra última guerra civil, se le preguntó al Ministro por la llamativa ausencia de actos conmemorativos de la conquista por Hernán Cortés, entre 1519 y 1521, del territorio que constituiría el Virreinato de Nueva España, hoy México, acontecimiento del cual se cumplirá el 7 de julio del presente año medio milenio de la decisiva victoria de Hernán Cortés en la batalla de Otumba, que significó un punto de inflexión en la conquista de esos territorios. El Ministro se pronunció con la siguiente respuesta: "Es que allí ese tema es complicado".

Resulta difícil entender por qué es complicado exaltar una figura de la talla de Hernán Cortes, figura que emerge con su victoria sobre el Imperio azteca, puesto que no deja de sorprender hoy en día como pudo con apenas medio millar de españoles derrotar a la organización militar más despiadada alumbrada en la América precolombina. Las pocas armas de fuego, arcabuces, alguna pieza de artillería ligera, los caballos y el acero, eran una enorme ventaja sobre las armas aztecas, pero no lo suficiente como para explicar la victoria de tan pocos compatriotas sobre un imperio formado por millones de personas. Si Hernán Cortés llegó tan lejos, fue porque supo ver la realidad política de la región y entenderse con las tribus esclavizadas por los aztecas. Sin duda, fue necesaria la llegada de un libertador para encabezar una revolución de estas tribus contra el terror azteca.

Hernán Cortés, que tuvo un hijo mestizo, animó a sus subordinados a emparejarse con princesas aztecas con el objetivo de integrar ambos mundos. Como resultado de este espíritu, a principios del siglo XIX, Nueva España conservaba al menos un 50% de la población indígena, y un 20%, mestiza, porcentaje que, paradójicamente, no ha dejado de disminuir desde que los criollos consiguieron la independencia. Sólo el 23% de los mexicanos se considera indígena o descendiente de indígenas, según una encuesta interracial realizada en 2015.

Es evidente que "la leyenda negra", aplicada con un claro sesgo ideológico, no puede ser el referente para positivar la imagen y la percepción de nuestra Nación en el exterior.

Hernán Cortés es una figura de relieve universal que debe ocupar un papel relevante en las actividades que se programen en el Foco Cultura España-México con motivo de la conmemoración de los 500 años de la conquista de Nueva España. Es más, la importancia de este acontecimiento histórico es tal, que debería haberse creado una Comisión específica.

No podemos cometer el error de analizar al héroe del siglo XVI con criterios y escala de valores actuales, para acusarlo en el siglo XXI de genocida.