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Ylos pagará con creces; Europa, en manos de ineptos y vividores que sin oficio ni beneficio se han dedicado a medrar y robar a manos llenas, ha destrozado la industria autóctona y nacional de cada país, en aras a favorecer al coloso alemán que, tal y como se ha demostrado a pesar de su apariencia, en manos de ineptos, tenía los pies de barro. Europa, con el dinero que brotaba en la industria del norte, se ha dedicado a comprar, con la única intención de cerrarlas y minorar la competencia, las industrias de los países del Mediterráneo – verbigracia España – donde medraban unos políticos inmorales que, al olor de las subvenciones, copiosas y con enormes comisiones para ellos – recuerden lo del “convoluto” del embajador alemán -, se iban apuntando al club de la Comunidad Europea que les permitía vivir de forma opulenta, malgastando dinero en estupideces que, con la apariencia de llevarles a un estado de bienestar ilusorio e imposible, engañaban a los ciudadanos, auténticos pardillos que se creyeron sus patrañas, basadas todas ellas en crear una deuda exterior que los políticos sin escrúpulos, de los países ribereños del Mediterráneo – verbigracia España – aprovecharon durante más de treinta años para enriquecerse, enriquecer a sus partidos y a sus sindicatos afines y dejar a los ignorantes e ilusos ciudadanos de España, Francia, Italia y Grecia, entrampados para toda la vida, ya que las deudas que han acumulado esos países, es impagable. Y todo era como un cuento de hadas, en el que los sinvergüenzas que regían esos países, se aprovechaban y les tenían engañados con milongas mendaces, sin recordarles que las deudas, tarde o temprano, hay que pagarlas, bien con dinero bien con derechos o con soberanía; y poco a poco, fueron cediendo su soberanía, hasta el punto de no pintar nada en el contexto mundial – ni en el europeo, caso de España - donde China ha aprovechado el tiempo perdido por los europeos dilucidando si son galgos o podencos los perros que les persiguen y les roban cuanto tienen. Los políticos europeos – y en esto, todos han caído – han instalado en sus países unos parásitos, equivalentes a la tenia que se instalaban a principio de los cincuenta algunos actores con el fin de mantenerse delgados. Ese parásito, ha sido China. Cuando los dirigentes europeos, podridos hasta la médula, tuvieron consciencia de que la deuda ya era impagable, se inventaron la historia del cambio climático y de la contaminación, haciendo a sus propios países pagar miles de millones, para evitar una contaminación, que aun siendo menos importante de lo que han pregonado los culpables no eran los europeos, sino los países que, viendo que tal teoría era una patraña no han hecho ni puñetero caso de su estulticia. España se vio en manos de gente sin escrúpulos que cambiaron por subvenciones nuestra industria que a base de sacrificios y partiendo de la nada, nos había costado crear más de cuarenta. Aquellas subvenciones convirtieron a nuestros gobiernos en mendigos crónicos que, a partir del 2004, con la llegada del socialismo de Zapatero las malgastaron y se dedicaron enfrentar a los españoles entre sí a un nivel parecido al del 36 con el único fin de poder seguir medrando y endeudando a este país apoyados en el odio y el rencor. Desde ese momento, no hemos levantado cabeza- Y ahora, en una crisis mundial, nos encontramos con que no tenemos industria; y lo peor, el actual gobierno, ha destrozado la industria energética española, volando presas, cerrando centrales térmicas y nucleares para comprar electricidad a Francia, electricidad que se produce con centrales nucleares; este gobierno irresponsable, ha destrozado nuestras relaciones ventajosas con Argelia y el gaseoducto que llega al Alquián es un juguete roto; y por si fuera poco, nuestra agricultura, se ve traicionada ante la protección que Europa - que nos dejó sin industria -, está dando a otros países que no son de la CE y a los que las exigencias fitosanitarias, brillan por su ausencia. Estamos soportando a miembros del gobierno que han dilapidado dinero en prostitución, drogas, enriquecimiento ilícito y viviendo como auténticos reyes del XVIII. Y ahora, la culpa la tiene Trump. ¡Amos anda! Como diría un castizo. Europa; y España en particular, pagarán muy cara su estupidez ante las urnas. Solo es cuestión de tiempo.
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