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A CABAMOS de celebrar una fecha muy señalada, 40 años desde que el 11 de septiembre de 1982 se formalizó la segregación de Dalías - Celín de lo que había sido el municipio de Dalías, que pasó a llamarse El Ejido.
Han pasado cuatro décadas en las que nuestro municipio ha caminado y ha crecido de manera administrativamente independiente, con Ayuntamiento propio, pero manteniendo siempre los lazos familiares y sentimentales que nos unen a Dalías, nuestro pueblo hermano.
El Ejido no es aquel municipio de 1982, cuando el padrón reflejaba 26.000 habitantes frente a los más de 90.000 de hoy en día, y donde casi todo estaba por hacer. Y somos muy conscientes de que aún tenemos importantes retos y oportunidades que ir plasmando sobre la realidad de este municipio tan dinámico.
Pero hay algo que no ha cambiado. El Ejido era y es un municipio joven, con una sociedad pujante y emprendedora que ha sabido transformar la tierra seca en una rica huerta que optimiza cada gota de agua para cultivar y exportar salud a toda Europa y que cuenta con una potente agroindustria. El Ejido es una de las localidades que lideran el ranking autonómico de creación de empresas y donde más sube el empleo.
Por eso, en estos años han sido muchas las personas de diferentes puntos de la Comarca, de La Alpujarra, de otras provincias y de otros países las que han llegado a El Ejido buscando un futuro y han encontrado un hogar.
Hay muchos elementos que nos unen y definen como municipio en estas últimas décadas y uno de ellos es, sin duda, el deporte. El deporte es una herramienta muy poderosa para conectar a las personas y fomentar la convivencia y la tolerancia.
Ha sido y es un elemento identitario y de pertenencia; un elemento de cohesión e integración social; de educación en valores y hábitos de vida saludable, en los que hemos integrado la promoción de nuestras frutas y hortalizas de 'Calidad Gourmet'; y un elemento de promoción turística entre los deportistas que han venido a competir y se han enamorado de El Ejido.
Hemos sido sede de grandes acontecimientos, gracias a unas magníficas instalaciones y una gran capacidad de organización. Pero para poder competir al máximo nivel, acoger grandes eventos y ampliar nuestro horizonte económico necesitamos ir y que vengan con facilidad. Es decir, necesitamos unas buenas comunicaciones por carretera, ferroviarias, aéreas y marítimas. Algo que también beneficiará a nuestra agricultura y aquí siempre decimos: 'si a la agricultura le va bien, a todos nos va bien'.
A mi juicio, los dos retos más determinantes que tiene nuestra provincia son: el agua y las comunicaciones, y aquí tenemos todos que remar en la misma dirección, con la misma intensidad y según el marco competencial de cada uno. Sin demoras, hemos de equilibrar el balance hídrico y recuperar el buen estado de nuestros acuíferos para poder hacer un uso sostenible de los mismos.
Volviendo al deporte, quiero destacar que no es algo accesorio y prescindible, es un claro indicador de cualquier sociedad moderna y desarrollada, por su impacto en la salud física y mental y en la generación de empleo y actividad económica. El 43% de los ejidenses practica algún deporte de manera regular y encuentra en el IMD una amplísima oferta de instalaciones con más de 21.000 horas de uso al año, por las que cada semana pasan casi 16.000 deportistas. Y si de algo estamos orgullosos es de nuestras Escuelas Municipales con más de 2500 escolares y adultos.
Seguimos destinando presupuesto a la mejora y ampliación de nuestras instalaciones deportivas. Acabamos de aprobar, junto con la Diputación, la colaboración para ejecutar un complejo deportivo en Almerimar y un pabellón en Ejido Norte. Y trabajamos en nuevas pistas, zonas biosaludables, circuitos de calistenia y running, o nuevos carriles bici hasta anillar todo el municipio.
Pero, créanme que tenemos muchos proyectos más. El Ejido cumple 40 años y es un buen momento para recordar lo que fuimos y dibujar la ciudad que queremos ser: una ciudad ordenada, cuidada, accesible, digital, segura, sostenible, cohesionada y con calidad de vida.
En todos esos ámbitos estamos ya materializando ilusionantes proyectos, después de haber superado años muy complicados, de poner orden en las cuentas, de optimizar recursos y medios, de priorizar en las necesidades, de recuperar la confianza de empresas y proveedores, en definitiva ……. de gestionar. Les puedo decir que El Ejido ha retomado el ritmo inversor que nunca debió de perder.
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