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En la mañana del 18 de diciembre de 1922, Su Majestad el Rey Alfonso XIII llegó en tren a Almería para imponer a la Bandera del Regimiento de Infantería La Corona la Corbata de la Medalla Militar Colectiva, que le fue concedida por el Rey, a propuesta del Alto Comisario de España en Marruecos y de acuerdo con el Consejo de Ministros, por su brillante actuación en el territorio de Melilla a raíz de los sucesos del mes de julio de un año antes (Desastre de Anual). En la misma Resolución, junto al Regimiento La Corona, también se le concedió la Medalla Militar Colectiva al Tercio de Extranjeros y al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3.
Esa mañana de diciembre, tras un Tedeum en la Catedral, el Rey se desplazó al Parque entonces llamado Rey Alfonso XIII y en la actualidad Nicolás Salmerón, para el acto de imposición de la Corbata a la Bandera del Regimiento, acompañado de las primeras Autoridades almerienses y por el Ministro de la Guerra Niceto Alcalá Zamora. En este acto, el Rey también le impuso la Medalla Militar Individual al Soldado José Ríos Morito, como recompensa a sus excepcionales méritos y comportamiento en distintos servicios y operaciones de campaña.
Los hechos que motivaron la concesión de la Medalla al Regimiento, se produjeron durante la guerra del Rif, contra los insurgentes rifeños marroquíes liderados por Abd el-Krim. En la madrugada del 23 de julio de 1921, ante la desesperada situación de las fuerzas de la Comandancia General de Melilla en Anual, su Jefe, el General Silvestre, ordenó la retirada, que fue un desastre, siendo aniquiladas nuestras fuerzas y quedando la ciudad de Melilla totalmente desguarnecida.
En esa fecha, el Regimiento La Corona estaba de guarnición en Almería, la capital de provincia más cercana a Melilla. El 24 de julio, a primera hora de la mañana atracó en el puerto de Melilla el vapor "Isla de Menorca" con un Batallón Expedicionario de La Corona, al mando del Teniente Coronel D. Eduardo Barrera Bau. Después llegarían los Batallones Expedicionarios de los Regimientos de Infantería de Borbón núm. 17 (Málaga), Extremadura núm. 15 (Algeciras) y Granada núm. 34 (Sevilla), el Tercio de Extranjeros y Regulares de Ceuta.
El Batallón de La Corona fue la primera Unidad en llegar para socorrer a la ciudad de Melilla, ocupando posiciones en el fuerte de Sidi-Guariach, Tejar del valenciano y fuerte de Rostrogordo. La Unidad entró en combate el 4 de agosto en la toma de Beni-Sicar, distinguiéndose en esta acción, "ganándose la confianza del mando al comprobar lo que es capaz de realizar un Soldado de reemplazo cuando es bien dirigido y adecuadamente alentado por su jefe". A esta primera acción de combate le seguirían 17 más, entre ellas, Casabona, Nador, Tauima, Atlaten, Segangán y Zeluan. Permaneció en zona de operaciones hasta su repliegue el 15 de mayo de 1922. A finales de agosto de 1924 volvió a embarcar para Melilla un segundo Batallón Expedicionario, que fue replegado a primeros de enero de 1925, excepto una compañía que no lo fue hasta mayo de 1926. El Batallón de La Corona, con su brillante conducta en el campo de batalla, marcó el rumbo de la Campaña, puesto que eran las primeras tropas expedicionarias peninsulares (de reemplazo) que se batían después del desastre de Anual. También destacó el propio Jefe del Batallón, el Teniente Coronel Barrera, que encontrándose enfermo se negó a dejar el mando, marchando a Melilla y manteniéndose al frente del Batallón en todas las acciones de combate en las que intervino hasta el 26 de octubre de 1921, en el que fue evacuado al hospital militar de Melilla, falleciendo dos días después. Por Real Decreto de 21 de diciembre de 1923, le fue concedido el ascenso a Coronel por méritos de campaña. Le sucedió en el mando el Teniente Coronel D. Miguel Campins Aura, que a su regreso de Melilla, fue recibido en audiencia por S.M. el Rey para felicitarle por su actuación al mando del Batallón.
Este próximo mes de julio se cumplirá el Primer Centenario del Desastre de Anual y por ende, el de la Medalla Militar Colectiva al Regimiento almeriense. Como dijo S.M. el Rey Alfonso XIII: "Sois testimonio glorioso de lo que es capaz un Soldado español cuando está bien mandado". La Corona, una Unidad de Soldados de reemplazo se hizo acreedora de la Medalla Militar Colectiva junto a Unidades de personal voluntario como el Tercio de Extranjeros y los Regulares Indígenas. 100 años después, una calle de la capital les recuerda.
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