La ley de alcohol y menores

Editorial

08 de agosto 2024 - 03:07

El Gobierno acaba de aprobar un anteproyecto de ley para reducir el consumo de alcohol entre los menores. Una norma redactada por el Ministerio de Sanidad, que ahora comienza una larga tramitación parlamentaria, que intenta restringir la venta y la publicidad de estas bebidas y que ya sido contestada por sectores como el hostelero, que consideran algunas de sus medidas más efectistas que efectivas. Por ejemplo la prohibición de lucir en toldos y sillas de terrazas de los bares logos de marcas de bebidas alcohólicas, incluso aunque promuevan el 0,0. La futura regulación también plantea eliminar el concepto de “consumo responsable”, para defender que la ingesta de alcohol, por mínima que sea, no puede aportar beneficio alguno a la salud. Pero el legislador deberá realizar juegos malabares sino quiere perjudicar la producción de vino, con España como una de las tres potencias mundiales, o la cerveza. Sin olvidar el peso que ambos representan en una industria como el turismo que supuso casi el 13% del PIB nacional en 2023. El Ejecutivo justifica la necesidad de la futura ley por el repunte de consumo entre los 14 y 18 años detectado tras la pandemia después de una década de descenso. Pero hay problemas que no se pueden solventar con una ley. Sobre todo si hay hábitos profundamente arraigados en la sociedad, que los normaliza como si fueran parte de la propia idiosincrasia. Pero este Gobierno de coalición se rige por su instinto de regular cualquier ámbito de la vida en cuanto se detecta un desafío. Más si cada nuevo ministro al frente de su cartera siente la tentación de dejar su huella. Nada de lo que se denuncia ahora resulta novedoso, aunque se haya acentuado. En una encuesta de 2002, más del 46% de los estudiantes de 14 a 18 años admitieron que ya se habían emborrachado una vez y casi un 28% en los 30 días previos a la entrevista. Retirar toldos de Cruzcampo o Cervezas Victoria no revertirá las estadísticas.

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