Zonas protegidas

El Ayuntamiento de la capital no quiere declarar zonas tensionadas de alquileres. El PP nacional propone volver a las políticas que ya implantó Aznar: liberalizar suelo para construir y que el mercado se ocupe de ordenar el problema. Con las consecuencias que siguieron: burbuja inmobiliaria y encarecimiento de viviendas y alquileres. La verdad es que ningún gobierno ha acometido medidas eficaces. Claro que, quizá sea mejor que no establezcan “zonas tensionadas”, porque otros casos similares han tenido resultados contraproducentes. Por ejemplo, la “Ordenanza municipal reguladora de la instalación y uso de terrazas en espacios públicos” de 2009, que establecía zonas saturadas en las que no se darían más licencias para locales hosteleros, tuvo como resultado que en los años siguientes se dispararan las aperturas de bares. Por ejemplo en las pequeñas calles paralelas Padre Alfonso Torres y Gabriel Olivares pasaron de dos (El Ajolí y Casa Ramón) a nueve. Eso sí, desde entonces no han dado más licencias. Y es que no queda sitio para poner más mesas. Ni para pasar.

Otro caso de “exitosa regulación” de espacios es la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que la UE obliga a establecer en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, para bajar la contaminación del tráfico y proteger así la salud de los ciudadanos. En Almería, acatando tal disposición y velando por el bienestar del personal, la ZBE abarca las calles comprendidas entre Cerro San Cristóbal y La Reina, incluyendo casco histórico y Pescadería, salvo la Vía Parque. Queda fuera de regulación, como puede comprobarse, una zona de “escaso” tráfico, como es el maremagnun circulatorio que tenemos entre la Rambla y la calle Real, más las carreteras de Ronda y de Cabo de Gata, la zona de Altamira…donde deben considerar que apenas hay emisiones de tubos de escape. En la ZBE que se ha establecido hay poco tráfico por razones obvias: pocos habitantes y con menor poder económico, calles peatonales o muy estrechas y poco comercio. Menos mal que siempre nos quedará el patinete. Y si no que se lo digan al pájaro que pillaron el otro día en Santa Coloma de Gramanet, con un patinete trucado que podía alcanzar los 142 km/h. A la vista de estos ejemplos quizás es mejor que no tengan más ideas “protectoras”. Cuando hablan de “dinamizar”, siempre se nos ocurre cambiar la z por una t.

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