Comunicación (Im)pertinente
Trump en modo saturnal
La crisis de vivienda y la precariedad laboral siguen siendo dos de los problemas más acuciantes en nuestra sociedad. Los precios de las viviendas continúan batiendo récord, lo que deja en “fuera de juego” a muchos ciudadanos, especialmente a los jóvenes y las familias de clase media trabajadora. Por otro lado, el empleo sigue siendo precario, con contratos temporales, medias jornadas (para trabajar ocho horas o más) y salarios bajo mínimos. Esta situación genera inseguridad laboral y dificulta la independencia de quienes más la necesitan. El desajuste entre el mercado inmobiliario y las necesidades sociales es alarmante. Las políticas públicas deben garantizar un acceso justo a la vivienda y promover un empleo estable y justamente remunerado. Es urgente un cambio de enfoque que apueste por la calidad de vida de los ciudadanos y no solo por el beneficio inmediato del mercado, tanto inmobiliario como empresarial. Sería necesario que se alineen los astros para que el gobierno, la patronal y los sindicados consensúen los tipos de contratos y regularizar los salarios.
También te puede interesar
Comunicación (Im)pertinente
Trump en modo saturnal
La esquina
José Aguilar
Montero intensa...
Equipo Alfredo
Menos lobos, Caperucita
El balcón
Ignacio Martínez
El honor del rey castizo
Lo último