
Vía Augusta
Alberto Grimaldi
El órdago estéril de Núñez Feijóo
El presidente de la Junta estuvo en Almería, entregando las llaves de sesenta y cuatro viviendas de alquiler del ayuntamiento de la capital y bendiciendo la inauguración de un centro de salud en Mojácar. Reconoció algo que clama al cielo: Andalucía, dijo su presidente, necesita unas setenta mil viviendas al año, pero solo construimos unas ocho mil. Tenemos que hacer un esfuerzo. ¿Solo uno presidente? Algo me dice que tendría que hacer algunos más.
Hay algo evidente en esto de la vivienda. La responsabilidad recae en las comunidades, por lo que podíamos decir que, si se necesitan setenta mil, y se construyen siete u ocho mil, la culpa es de usted, que preside la Junta de Andalucía. Cierto que desde el gobierno central se han prometido cientos de miles en cada campaña, creo que van por más de doscientos mil y pico las que les hemos oído al arrodillado ante los dioses catalanes y vascos, y no las vamos a ver por su parte nunca, pero nunca nunca, e incluso una ley del suelo lleva esperando más de dos años a que el gobierno de Pedro Sánchez la presente al congreso, y no la veremos ¿por qué? no la quiere el “mochito” catalán, y aquí lo único que se hace en este país es lo que quiere un delincuente catalán y algún racista vasco.
Pero debemos entender y así comentarlo, que las competencias las tienen los presidentes de las comunidades. En el caso de Andalucía, la tiene un señor que se llama Juan Manuel Moreno Bonilla, hombre del Partido Popular. Se queja de algo que es su responsabilidad política. Está bien. Hay que reconocerle que hace usted una crítica a su trabajo, no se la oímos a otros, al reconocer que hacen falta unas setenta mil viviendas anuales, y que solo se construyen unas pocas de miles. Y que hace falta un esfuerzo. Pero no le hemos visto ese esfuerzo a lo largo de los años que lleva al frente del gobierno, que si no me equivoco son más de seis. Media docena y pocos huevos le hemos visto poner en el cesto de las viviendas. Eso sí, viene usted a entregar las llaves de unas viviendas de alquiler que ha construido el ayuntamiento en Costacabana. Le ha quitado usted el protagonismo a María del Mar y Eloísa, pero ya se sabe que el jefe siempre es el jefe. Y más en política.
Creo que tiene usted mayoría en el convento, dirige el coro y al organista, puede hacer sonar las partituras que crea conveniente; ¿qué le impide que suenen las hormigoneras en toda Andalucía para que se hagan esas setenta mil viviendas que ha reconocido necesitan los andaluces cada año?
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