La Rambla
Julio Gonzálvez
Un tsunami de consumo
Con un certero golpe de calendario, la Navidad se ha presentado en todo el orbe católico, anunciando la fiesta de las fiestas, el ciclo navideño. Como por arte de magia o ejercicio de ensoñación, los escaparates, las calles y plazas de cualquier ciudad y las teles están llena de luces y publicidad, demostrando la necesidad de hermanar intereses comerciales y mensajes ñoños y demasiado edulcorados. La televisión generalista se ha convertido en la gran pregonera de la fiesta del consumo, en el gran heraldo del gastar desatado y exagerado, que satisfará nuestra ansia compradora y arruinará nuestros desgastados bolsillos. En una agitación desbordante pasará el tiempo para la magna celebración que a unos hace felices y a otros hunde en la desesperación, en una manifestación sociológica de paz, ventura, celebración y mareo festivo.
Las televisiones se hacen Navidad y ésta se hace explosión mediática. Es la disparatada dimensión mediática del derroche desatado. ¡Viva la Navidad por siempre!
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