Y el Todopoderoso no baja

19 de julio 2024 - 03:07

En una reciente entrevista en la cadena ABC News, Biden descartó “por completo” retirar su candidatura, a no ser que “el Todopoderoso baje y me lo ordene”. Han pasado dos semanas y el Todopoderoso no baja. O no sube, que si se encuentra a diez mil trillones de años luz por debajo de nuestro planeta, intentando arreglar alguna cuestión más grave en otra galaxia (que nos creemos el ombligo del universo), tendrá que subir, no bajar. Y suponiendo, además, que haya un solo dios que, en un día tonto que tuvo, prendió la mecha del Big Bang y el universo aún sigue expandiéndose (“¡La que he liao!”). Tendrá entonces muchísimo trabajo y... ¿Que está en todas partes a la vez? Por mucho que abarque, el universo es enooooorme... Pero si hay tantos dioses como religiones, lo mismo han de celebrar un cónclave entre los encargados de tutelar la Vía Láctea, un G-20 de todopoderosos, a ver a quién le toca venir. “¿Quién está de guardia hoy en el sistema solar donde se encuentra la Tierra?”. “Nadie. Dimitieron todos. Cuando unos homínidos increíblemente imbéciles se hicieron con el control del planeta, huyeron, ese mundo no hay dios que lo arregle, ¿por?...”. “Uno de sus jefes supremos, con claros síntomas de haber perdido el oremus, nos invita a que vayamos y le ordenemos cambiar la política por la jardinería”.

Ninguna encuesta ofrece esperanzas a Biden (y tras el atentado que sufrió Trump, lo tiene mucho peor), sin embargo, no hay forma de que los demócratas lo sustituyan. Cuando escribo estas líneas, el presidente parece que se conforma con que se lo recomiende un médico. Pero mientras algún facultativo se lo piensa, los peces gordos del partido podrían sugerir que alguien se disfrazara de Dios y se presentara, sin cita previa, en el despacho oval. Sería mucho más contundente que lo del galeno. Pero eso tiene dos problemas: el primero es que el numerito igual cabreaba a los estadounidenses más creyentes, ¡qué falta de respeto!; el segundo es que Biden podría sufrir un patatús, del susto, y se trata de retirarlo, pero no así. Aunque también es probable que, al verlo, ni susto ni historias: “Usted qué va a ser el Todopoderoso, hombre, usted es Papá Noel”. “¿Pero cómo Papá Noel, acaso voy vestido de rojo y llevo gorrito?”. “¡Porque no es Navidad! Pero esa barba lo delata. Y ahora lárguese, que tengo covid y se lo voy a pegar… ¡Aaaaatchís!”. Mejor un médico, sí, o varios.

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