Y tiro porque me rebota

22 de mayo 2024 - 00:00

Qué peligro tiene para nuestro sistema político lo que vimos el otro día con el presidente de Argentina, Javier Milei. Ha sido un bochorno y estúpido espectáculo de un señor que tiene a todos los de Abascal locos por hacer la tontería del león. Claro, el PSOE, y con razón, ha recibido muestras de apoyo de la patronal e incluso de los rivales políticos. Pero hay que recordar que esta guerra entre países hermanos la empezó el palmero numero uno del señor Sánchez, Óscar Puente, al decir que parecía que el argentino consumía alguna sustancia.

Todo este insulto chabacano empezó hace años con los señores de Podemos (copiado de su amigo Maduro) y sus escraches. Ahora, lo triste es que todos juegan a ese tipo de diálogo poco elegante. El señor Milei no se atreve con otros vecinos latinos, como Lula, pero con nuestro presidente sí. El problema, una vez más, es que a Sánchez le viene perfecto para que su papel de víctima siga creciendo. Le viene bien al presidente y también al argentino cuyo lenguaje y discurso se ha escuchado por todo el mundo. Quien no han tenido ni una mísera referencia en todo esto ha sido el propio partido que organizó el acto. Abascal quedó como el segundón con su propio público. Lo único que hizo es meterse con el propio Partido Popular, su gran socio de coalición.

En definitiva, estamos llegando a un punto en el que cada día que pasa la bola se hace más grande. Los populismos de ambos lados son peligroso para la estabilidad de una democracia. Todo no vale, sé que queda de antiguo poner de ejemplo los famosos ‘Pactos de la Moncloa’. Hay añoranza de aquella política. Ver a todos los partidos unidos y trabajar por un país. Llevamos tiempo de guerra verbal. Ahora estamos viendo que nuestro país, lugar que a nivel diplomático es referencia, llega a conflictos internacionales importantes. La decisión sobre el Sáhara o, recuerden, también cómo nos atizaron los franceses con las frutas y verduras españolas.

En definitiva, estamos llegando a un nivel internacional peligroso y cuidado, que hay alguno que otro al que le da igual apretar un botón y acabar con todo. Toda la historia de Milei y Sánchez al final podrían convertirse en lo mismo. Pensar en ellos todo el rato. Mientras tanto, aprovechen ya el buen tiempo para hacer un buen asado argentino.

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