
Libre Mente
Fernando Collado Rueda
Persona o personaje
LUCES Y RAZONES
Es verdad que cada cosa tiene su tiempo -si bien las máximas, las afirmaciones categóricas, no son ajenas a las salvedades de las excepciones-, por lo que este “Seíta”, no del todo bien aparcado, reclama atención, ya que debió matricularse entre los años sesenta y setenta del siglo pasado y debe contar con más de medio siglo de existencia. El primer SEAT 600 se puso en circulación a finales de junio de 1957 y costaba unas 65 000 pesetas de la época, desembolso que se hace difícil de comparar por los nacidos con la vigencia del euro. Y supuso el primer acceso de la sufrida clase media a un vehículo con modestas pero valiosas prestaciones. De ahí las motorizadas proezas que los ya metidos en años recordarán, con el “Seíta” a disposición de muy variopintas aventuras y capaz de llevar muchos más viajeros que los propios de sus limitadas plazas. Es, entonces, un coche de otro tiempo que se hace llamativo por continuar marchando, sin que deje de ser casi una pieza de museo, expuesta ahora en la circulación del callejero. Tiempos, aquellos, sin obsolescencia programada, pues las cosas duraban con el remiendo de los apaños o los cuidados de la atención. Se prestó, además, el “Seíta” al milagro del desarrollo cuando fue algo más ligero el férreo y apretado corsé de la dictadura. De modo que, aquí y ahora aparcado, deshace el tiempo de las cosas.
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