Al teniente general Andrés Casinello

14 de diciembre 2024 - 03:08

Almeriense nacido en 1927, ingresó en la Academia General Militar en 1945, es decir, con 18 años. Por tanto, 79 años de vida dedicados a la milicia, pues un militar, aunque pase a retiro, sigue siéndolo hasta su muerte. El Teniente General Casinello pertenece a una generación de militares que dieron ejemplo de amor patrio, dedicando su vida a luchar por el bienestar de sus compatriotas.

Inició su carrera militar durante la dictadura; formó parte de ese elenco de militares que allá por los años 50 y 60 del siglo pasado, tuvieron la oportunidad de convivir con militares de otros Ejércitos (estadounidense y europeos occidentales), aportando ideas nuevas a un Ejército como el nuestro anclado entonces en el pasado. Militares con una mentalidad abierta, con ansias de modernidad, lo que les permitió afrontar el periodo histórico de la Transición con éxito, dando lugar a que las Fuerzas Armadas fuesen la Institución que más contribuyó al logro del Estado de Derecho en el que hoy vivimos. Y de este elenco de militares, el Teniente General Andrés Casinello fue uno de los más destacados. Su lucha contra ETA desde las filas de la Guardia Civil y desde los servicios de Inteligencia.

También ha dado ejemplo de que la espada no está reñida con la pluma. Milicia y letras…letras y milicia. Autor de libros (4), 3 de ellos centrados en personajes del siglo XIX y su autobiografía (La huella que deja el tiempo al pasar - memorias de tiempos difíciles), colaborador en obras colectivas, autor de innumerables artículos en revistas especializadas. Es decir, una vida militar y literaria intensa.

El 8 de diciembre, cuando se celebra el Día de la Inmaculada Concepción, Patrona de España y del Arma de Infantería, en los actos militares que celebran ese día las Unidades de este Arma, en el homenaje a los Caídos, el relator lee la Oración a los Caídos. El Teniente General era un Infante, pertenecía al Arma de Infantería. Permítanme parafraseando dedicarle una parte de esta Oración:

“…querer a España su pasión eterna, servir en los Ejércitos su vocación y sino. No quiso servir a otra Bandera, no quiso andar otro camino, no supo vivir de otra manera.” Los pasos puede cambiarlos el futuro con sus variables circunstancias, pero lo que no cambia es el corazón de un hombre y a nuestro Teniente General, ni el vértigo ni las sombras ni el presuroso porvenir lograron que modificara ese corazón de soldado. Era un hombre sencillo que escribió la reciente Historia de España desde su puesto en los momentos cruciales.

El Teniente General Casinello, que no era más que un veterano Soldado que tan sólo intentó cumplir con su deber como Dios le dio a entender, no ha muerto, porque los veteranos Soldados nunca mueren, sólo se desvanecen. Su nombre debe constar en la relación de almerienses ilustres.

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