Los tapones de la economía

Medio siglo

05 de octubre 2024 - 15:28

Los nuevos tapones de las botellas de plástico dificultan la creación de empleo y riqueza en Europa. Es lo ha afirmado alguien que ha gobernado España durante dos legislaturas. Esa persona en la que ustedes están pensando es un filón para los cazadores de gazapos, trabalenguas y otras salidas de pata de banco. Siendo aun vicepresidente, su jefe directo le encargó la gestión del problema del vertido del buque Prestige. Fue famoso su análisis, que se puede resumir en que del casco hundido “salen unos pequeños hilitos, hay cuatro en concreto, con aspecto de plastilina en estiramiento vertical…”. Conviene recordar que su genial gestión consistió en mandar el barco al mar abierto, para que manchara toda la costa en lugar de solo el puerto. Otra muestra de su interés por el medioambiente fue la negación del cambio climático basada en el asesoramiento de un primo suyo, catedrático de física, que dice que le dijo que ningún científico le había garantizado el tiempo que va a hacer mañana en Sevilla, mucho menos lo que va a pasar dentro de trescientos años; este cambio climático no puede convertirse en un problema mundial. En cambio, sí parece que puede ser un problemón para la economía europea la nueva versión de las botellas de plástico con tapón imperdible.

La verdad es que, con su retranca típica, su extraña prosodia y sus gotas de anacoluto, tira con bala. Lo que pretendía era poner un ejemplo del exceso de reglamentaciones y controles que, a su juicio neoliberal, tiene la Unión Europea. Hay un ataque general sobre la protección del medioambiente: ya se ha derogado la prohibición de utilizar productos de tierras deforestadas. Se va a retrasar la eliminación de los motores de combustión en los coches. Lo penúltimo es la escasez de café, que se la achacan a las regulaciones, advirtiéndonos que vamos a tener que volver a la achicoria y la cebada. El capitalismo ultraliberal ataca con todas sus armas, que son muchas. Por eso, la aparente gracieta del expresidente no es inocente, como parece que se la han tomado en los medios. Es una carga más en la lucha por desregular y liberalizar el, según ellos, “superintervenido” mercado europeo.

Por si algún despistado no sabe aun el protagonista de lo que contamos, le diremos que esa persona por la que usted nos pregunta es M. Rajoy, No nos atrevemos a desvelar esa M. hasta que el juez que lleva el caso de los papeles de Bárcenas no nos lo aclare.

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