Sueños y Playas

07 de agosto 2024 - 03:08

Lsas playas son sueños y todo junto es el Dreambeach. Yo lo he soñado desde mi dormitorio, es decir, lo he escuchado o he soñado que lo escucho. Mi dormitorio está a unos 10 km de la ubicación del evento. El viernes por la tarde vimos un grupo de chicas con atuendo llamativo de las que decían que iban al Dreambeach. A priori y según las diversas informaciones todo lo relacionado con el Dreambeach es polémico. Primero los movimientos de tierras y trabajos previos que levantan polvo, el polvo previo al estruendo, estruendo que científicamente se reglamenta y antireglamenta justificadamente con estudios y contraestudios. Nadie quiere al pobre Dreambeach, ya lo han expulsado de Palomares y todo son quejas. La primera noche mi pareja escuchó en nuestro dormitorio casi todo el concierto entero, como sonidos retumbantes, como las ferias y eventos lejanos y cercanos, como los sueños, como los sonidos urbanos extraños de la noche, ambulancias y frenazos, disputas y sonidos de música breve emitida desde un automóvil que pasa. Yo en cambio no escuché nada, absorto en mi sueño discontinuo. Mi sueño discontinuo y yo somos inseparables y nunca estamos en el mundo real, solo en el de sueños y pesadillas entrecortadas por los continuos despertares. En la segunda noche si logré escuchar ritmos y ruidos que por lo visto no iban a escuchar nadie, pero el dum dum lejano como los sonidos de la selva y la muchedumbre, el alcohol y las sustancias psicoactivas que imagino en un cerebro con nostalgia de conciertos tumultuosos de festivales que ya solo puedo imaginar fuera del mundo y tan cerca de él, de las familias que ya solo quieren estruendos y festivales lejanos, atendiendo a las buenas costumbres y lejanos recuerdos. En Almería no hay praderas. No hay praderas lejanas donde celebrar conciertos de música electrónica, ni eléctrica, ni desiertos, el desierto es sólo un paisaje lunar lleno de montañas. Tiene que ser cerca de la playa, ya lo he entendido, Dreambeach. No hay noticias, solo parabienes, las administraciones dan por conseguido el logro mutandis mutandi, la cultura es, básicamente, dinero. Lo demás son sólo programas de mano y eventos de relleno. Agenda con fechas y dibujitos, carteles, hologramas de avatares, la cultura es todo lo que mueve pasta, el resto son plomizos discursos de gente con gafas. Raros y bichos que no están en el maistream. Y tampoco en el Dreambeach.

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