
Antonio Lao
La lluvia de marzo, el agua del futuro
A Vuelapluma
Buridán, discípulo de Guillermo Ockham, era un firme defensor del libre albedrío y de la posibilidad de ponderar toda decisión a través de la razón. Pero algunos críticos coetáneos, para satirizar sus postulados se inventaron la “paradoja del asno de Buridán”, que evocaba el caso absurdo de un asno que tenía hambre y sed; delante tenía paja y agua, pero como no sabía qué hacer primero, si beber o comer, murió de hambre y sed. Me ha venido a la cabeza por una noticia sobre la “Taberna Garibaldi”, sita en Lavapiés, propiedad de Pablo Iglesias, ilustre pensador y modelo de honestidad y honradez, tanto humana como política, para los jóvenes actuales, así como las generaciones venideras. Lo primero que me echa “p’atrás” es el hecho de que tiene un tranco con una altura “de no te menées”, que hace para algunos, casi imposible acceder al local. La siguiente razón que me hace posponer la visita es que los trabajadores no deben estar muy contentos, pues hace poco han ido a la CNT para que el comedido sindicato defienda sus derechos laborales, que ellos consideran que el patrono no los cumple legalmente. Así que para no pasarlo bien, me parece que la visita va a seguir esperando.
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