
La Rambla
Julio Gonzálvez
Un abrazo a tiempo
Ciencias experimentales
Probablemente muchas personas lo celebrarían, pero… les voy a contar una historia.Estaba yo el otro día viendo por enésima vez Qué bello es vivir, la magistral película de Frank Capra que, al igual que Ben Hur, Los diez mandamientos, Quo Vadis o Espartaco en Semana Santa, las televisiones suelen programar en las fechas navideñas.
Si destripar mucho el argumento, el protagonista, George Bailey, personaje encarnado por el genial actor James Stewart, al borde de la desesperación, piensa que el mundo sería mucho mejor si él no hubiera nacido. En ese momento, aparece un ángel venido a menos y le muestra qué hubiera sido de las personas que han participado de su vida si él no hubiera estado… No continuo, vean la película.
Este hecho me llevó a reflexionar sobre cómo sería nuestro mundo actual en ausencia de las matemáticas. Salí a darme un paseo por el centro de la ciudad. Como estamos en épocas de rebajas, me crucé con una gran cantidad de carteles publicitarios: «Todo al 50%», «3x2», «La segunda unidad al 70%», etc.
Sin las matemáticas, sería imposible saber qué oferta es la mejor.Siguiendo con mi paseo, levanto la mirada y veo las construcciones. Sin las matemáticas, esos edificios no serían posibles. Me subo por la Rambla y miro al suelo, hay un enlosado muy particular: la esfinge.
Ese enlosado, diferente a las baldosas cuadradas o rectangulares cubre todo el espacio de forma simétrica. ¿Es la única forma de ponerlas? Las matemáticas tienen la respuesta.
Por la tarde, invitan a mi hijo a un cumpleaños. Me dicen la dirección del lugar de celebración, pero no se donde es. Solución: se lo pregunto a mi móvil y me lleva raudo y veloz al sitio donde los niños se lo van a pasar fenomenal. Sin la geometría no euclídea, la teoría de la relatividad, la trigonometría y muchas otras ramas de las matemáticas el posicionamiento geográfico no sería posible.
Ya por la noche, vuelvo a reflexionar y pienso cuánto progreso han proporcionado las matemáticas a nuestro mundo. No es posible saber cómo sería nuestra realidad si las matemáticas no existiesen, pero seguro que mucho peor.
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