Si hubiera caído en Cataluña

Si las cuatro bombas termonucleares que hace hoy 59 años años cayeron en Palomares hubieran caído en Castelldefels, por ejemplo, o un poco más arriba, en Tossa de Mar, el gobierno estadounidense se hubiera reído de nosotros exactamente igual, pero Albares llevaría un tiempo dándole la lata. “Juro solemnemente que desempeñaré fielmente el cargo de presidente de los Estados Unidos y…”. “¡Un momento! Usted lo primero que tiene que jurar es que va a limpiar la…”. “¿Pero quién es este tipo? ¿Y el servicio de seguridad?”. “¡Perdone, presidente, pero no hemos podido evitar que…”. “Se llevan la tierra contaminada y lo dejan todo limpito que en 2026 se cumplirá el sexagésimo aniversario y mi señorito quiere conmemorarlo con un montón de actos por todo lo alto”. ¿Algún miembro, o ‘miembra’, de la llamada nueva izquierda ha exigido alguna vez a Estados Unidos, con lo antiyanquis que son, que se llevaran su mierda? Ni de la nueva izquierda, ni de la vieja derecha. Pero si hubieran caído en Cataluña, ahora el Urtasun y antes la Colau habrían hecho piña con los indepes, en especial con la Nogueras, para que Pedro ‘moviera el culo’ en Washington. Puigdemont habría sido el primero en exigirlo. “Vale, me olvido de la cuestión de confianza, pero si Estados Unidos no limpia la zona no te apoyo los Presupuestos”. “Puchi, tío, Albares hace lo que puede, en el Pentágono y en la Casa Blanca... Es igual que tu reclamación de que el catalán sea idioma oficial en la UE, el ministro no deja de dar la murga en el Consejo de la Unión Europea, qué quieres...”. Y sí, en Bruselas deben de estar hasta el gorro de él. “Mire, ministro, en el continente se hablan más de 200 lenguas y sólo tenemos un cansino, que es usted, deje de darnos la tabarra, haga el favor, hombre….”. Pero nuestro titular de Exteriores es incansable y muy tenaz. Como si mañana Pedro le ordena que haga todo lo posible para que su hermano dirija la Filarmónica de Viena en el próximo Concierto de Año Nuevo. Que el puesto en la Diputación de Badajoz por lo visto lo encontró en Google, y a lo mejor también vio en ese buscador la oferta de asesor del Teatro Real, no sé, pero lo de dirigir ese concierto igual no viene en Google.

Así que como las bombas no cayeron en Cataluña, te has librado de una buena matraca, Trump, hermoso. Albares te habría hecho olvidar Groenlandia, Canadá, el Canal de Panamá, el Golfo de México…