Sentido común

La decadencia de la cultura occidental nos ha llevado directamente a la degeneración, el declive, de las democracias liberales. Estados de derecho ¿sin Nación, igualdad ante la ley, ni separación de poderes? La Unión Europea se creó como una unión de estados nacionales. No un conglomerado de burócratas al dictado de la partidocracia. Cada día nos dificultan y encarecen más la vida diaria. Para destruir a las Naciones, a sus sociedades, primero hay que destruir a los individuos. Embrutecer a los ciudadanos privándoles de la educación y la cultura. Fulminando el sentido común que no es otra cosa que saber diferenciar el bien del mal. Para Aristóteles eso era la política. Por eso ha trascendido su pensamiento y está en nuestro presente, tan vivo como lo estuvo en el suyo. Aprendizaje y experiencia no se pueden confundir nunca con adoctrinamiento y la inoculación del miedo a vivir con la responsabilidad de ser libres. Hacernos serviles y dependientes de un estado totalitario acaparador, regulador y esquilmador de los ámbitos público y privado. El engaño de la partidocracia nos ha robado a los ciudadanos la política. Es irracional y ruinoso el poder y la rotunda falta de democracia interna de los partidos políticos ¿Qué decidimos cuando ejercemos nuestro derecho al voto? Derecho que debe estar respaldado por nuestra responsabilidad política como ciudadanos. Que nos ocupemos de nuestra cultura política. De exigirnos buscar y elegir lo mejor posible a nuestros gobernantes. Para aprender nuestra primera fuente de conocimiento es la historia. Ser sumisos al relato ideológico es sucumbir a la tiranía. Contamos con un bagaje histórico del que no podemos escondernos. Menos en el siglo XXI y su Era Digital. Claro está que si no tenemos voluntad ni interés por aprender de nada nos sirve la tecnología. Así es la fragilidad de nuestra naturaleza humana. En el asedio a las democracias liberales un ariete ha sido la estigmatización. Señalar, marcar y tratar de silenciar a quienes no se sometían a la imposición del progresismo. De ahí sus análisis de las elecciones en Argentina, Estados Unidos y Alemania. Otra etiqueta: cordón sanitario. La grey política vive por y para sus privilegios. Tanto cabalgar contradicciones con fusta, espuelas y bocado ha hecho que pierdan hasta las herraduras. Revolución del sentido común. Esa es la consecuencia. Por eso hay esperanzas.