
Paso a paso
Rafael Leopoldo Aguilera
Semana de Pasión
A Vuelapluma
¿cuantas de esas personas que se pasan el día pegados al móvil recibiendo, enviando, contestando, participando en variados y numerosos grupos de Whatsap lo hacen por informarse y mantener relaciones “de afecto” y cuántas lo hacen porque están solas y no lo saben? Esa pregunta, que me he hecho muchas veces, se ha juntado con el hecho de que hace unos días me descargué un pdf con unas cartas de Séneca, en la que leí una sobre la soledad, dirigida a su amigo Lucilio, Séneca le dice que “lo que de ti espero o, mejor, lo que de ti me prometo, porque la esperanza es de un bien incierto: no encuentro a nadie con quien yo prefiriera que estuvieses mejor que contigo mismo”. “Agradece a los dioses tus antiguos deseos y pide a Dios con gran audacia; nada has de pedirle que sea ajeno a tí”. “¡Cuánta es hoy la locura de los hombres! Piden a los dioses en voz baja feísimos deseos; ...Lo que no quieren que sepan los hombres, se lo cuentan a Dios. Procura, pues, que no se te pueda aplicar esto con razón. Vive con los hombres como si Dios te viese; habla con Dios como si los hombres te oyesen. Ten salud!”.
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