Es verdad aunque sea mentira

Cometer un error y no corregirlo es otro error, y es más grave si encima te lo demuestran. A pesar de todo, y aunque se lo digan delante de su cara, el Gobierno lo defiende a capa y espada. Todo esto que les cuento viene dado por las informaciones sobre la conversación de un exagente de la UCO en la que varios medios la sacaron de contexto hasta que se demostró todo lo contrario. Bueno, el caso es que todos los medios, excepto uno, rectificaron y pidieron perdón. Algo normal y que a veces ocurre, pero lo paradójico y lo extraño y de estudio para Íker Jiménez es lo del Ejecutivo. Es increíble que en pasillos o canutazos a la prensa sigan defendiendo el bulo a pesar de que los compañeros le digan: “Oigan, pero que ha sido rectificado”. A pesar de ello, siguen y siguen defendiendo lo indefendible. Además, es que parecen todos los ministros marionetas o muñecos del mismísimo José Luis Moreno. Todos con las mismas frases, palabras e incluso orden de respuesta. Veía el lunes pasado a Óscar López responder y mientras su cara generaba una incredulidad que ni él sabía dónde meterse. Estamos hablando de que ya el nivel de tratarnos es de tonto. Lo increíble, y más si uno bucea por las redes, es que es verdad que hay muchas paradojas que dice el Gobierno que se apoyan, pero ¿esta? Por favor, que los medios que están en la misma línea ideológica han rectificado y lo han dicho ¡es mentira! En fin, vivimos una época peligrosa de desinformación en ambos lados. Todos, obviamente y como siempre ha pasado, intentan tirar de la manta cueste lo cueste. Antes se trabajaba hasta en buscar pruebas. Ahora, ya da igual. Todo es muy peligroso porque estamos generando una sociedad borrega y lo que más me preocupa, sesgada y polarizada. De hecho, ayer viendo una tertulia, había periodistas poniendo a parir al exagente de la UCO para decir que este señor es violento en sus conversaciones. Todo es vomitivo y, como les digo, es una pena que incluso los compañeros ya se extremen por defender lo indefendible. Así estamos, pero por si no le recordaban nuestros políticos les recuerdo rectificar es de sabios.