¿Ruido o música?

02 de agosto 2024 - 03:08

En el Toyo almeriense, esa urbanización que se encontró en manos de los políticos, y ya sabemos lo que ocurre con lo que cae en manos de ellos: líos y problemas. Recuerdo la historia de los ascensores en algunos de sus bloques, y las contestaciones del concejal de urbanismo. La adjudicación de las obras por parte de los responsables tuvo su protagonismo en los medios, y es que las influencias y el favoritismo, como ocurre cuando aparece la política, estuvieron presentes.

Hoy el Toyo está disfrutando de un festival que ha levantado polémica, miren ustedes por donde, la misma se ha creado entre los vecinos y los políticos. Siempre los políticos en medio y los vecinos perdiendo el partido. Ha tenido que cambiar el ayuntamiento la historia del bienestar acústico para salvar sus culos ante un posible denuncia. Y puestos a cambiar o derogar, por qué no cambian o derogan, por poner un ejemplo, la de la zona azul. No claro, hay que tener en cuenta que, de esos colores, azul o verde, los señores y señoras del ayuntamiento tienen sus beneficios.

Y la pregunta que se hace el personal con cierta edad: ¿Es música o ruido lo que se viene escuchando en el Toyo en estos días? Los jóvenes pondrán el grito en cielo, y nos dirán de todo a los que pensamos y nos preguntamos si es ruido o música lo que se oye en esos conciertos. Ellos están en su derecho de disfrutar de esa música, acompañados de las copas o botellones. Nosotros hicimos lo mismo en nuestra juventud, pero recuerdo que eran en campos de futbol alejados de las viviendas, y la estridencia en el sonido no había llegado a lo que en estos tiempos estamos viviendo. Uno entiende que los chavales tienen derecho a su evasión, pero las autoridades tendrían que saber compaginar los intereses y deseos de unos, los jóvenes, con los de los otros, los vecinos y su descanso.

Y aquí es donde ha fallado la alcaldesa y su equipo de gobierno. Sí, al festival, pues claro que sí, son nuestros hijos y nietos los que lo van a disfrutar del ruido o de la música, pero el vecino mayor, ese por el que el ayuntamiento aprobó en su día un “objetivo de calidad acústica”, y que ha derogado durante estos días en que se viene celebrando el festival, se merece un respeto que creo no se le ha tenido.

Unos a disfrutar de la música, otros a sufrir con el ruido, es lo que ha tocado en estos días. Una última pregunta: ¿Conoceremos los almerienses los beneficios dejados por el festival, y quiénes son los beneficiados? ¿Cuánto se lleva el ayuntamiento por los ruidos?

stats