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Quedice José Luis Sánchez Teruel que en esRadio no lo respetamos; que no respetamos al PSOE, seguramente que yo no lo respeto ni a él ni a su partido. Y lleva razón. En mi caso, así es. No tengo ningún respeto por ese partido. Y tengo razones más que sobradas. De hecho, ya me parece demasiado que pida respeto el partido cuyos guardias personales le pegaron cuatro tiros al líder de la oposición conservadora en julio de 1936, desencadenando la Guerra Civil; y cuyos máximos dirigentes, entonces, se llevaron el oro del Banco de España a Moscú, para pagar la ayuda soviética a su bando, robando a toda España y sumiendo al país en una pobreza aún mayor de la que la habían sumido con sus años de gobierno.
No voy a respetar a un partido que llegó al gobierno en 2004 tras una campaña de SMS’s, acusando falsamente al gobierno vigente y cuyo partido tenía encarrilada otra mayoría absoluta, que se truncó por un atentado terrorista; y que volvió a llegar al poder en 2018 gracias a una moción de censura basada en falsas acusaciones de corrupción y apoyándose en terroristas, golpistas e independentistas que siguen siendo hoy sus apoyos.
No os voy a respetar nunca, porque basáis vuestra acción política en la mentira. Porque habláis de hacinamiento en las aulas, conscientes de que hacinar es amontar con desorden y de que eso no existe en las aulas andaluzas; y lo justificáis asegurando que os lo han contado. Como el día que hablasteis de caos en el arranque del curso escolar porque un cocinero os dijo que no se estaban sirviendo los menús en un colegio de Cuevas del Almanzora: otra mentira.
No me merecéis ningún respeto porque dijisteis que no se había puesto ni un ladrillo en la educación almeriense desde que el PP llegó a la Junta, a pesar de que se han levantado varios centros nuevos y se ha invertido en obras de reforma más del triple que en los mismos de los anteriores gobiernos socialistas.
No merece respeto quien da una rueda de prensa para hablar de colas en las puertas de un centro de salud, el día en el que no había ninguna cola en dicho centro de salud; porque no respeto la mentira, la trola, la manipulación ni a quienes las practicáis.
Y no os respeto porque no respondéis a nuestras preguntas, no porque no os respetemos, sino porque cualquier respuesta, ante preguntas como la que os hicimos sobre el ridículo en el Congreso de vuestro jefe provincial, os debe dar vergüenza incluso a vosotros. ¿Comprendéis ahora por qué no os respeto?
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