La Rambla
Julio Gonzálvez
Ya estamos en diciembre
La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia”, (del poema, No te detengas, de Walt Whitman)
Necesitamos, hoy más que nunca, poner en valor a personas que de manera individual o en equipo trabajan para que podamos vivir mejor, son nuestros referentes en inclusión, esas personas que de manera anónima o pública aportan humanidad a nuestra existencia, aquellos que practican más que nadie la solidaridad empática.
Este año en su edición nºXXI de los FAAM de Oro, vamos a reconocer, a través de sus distintas categorías, la implicación de grandes seres humanos que dedican su vida a ofrecer, inspirar, producir, dar o mostrar oportunidades para la vida de las personas con discapacidad, mediante la responsabilidad social, la investigación científica, la comunicación, inclusión laboral, accesibilidad, salud, deporte, cultura o el reconocimiento de toda una trayectoria como referente social.
Como cada año, celebraremos estos premios en el marco del Día Internacional de las personas con discapacidad, un momento para hablar de los avances, pero también de los retos. Entre los objetivos está el afianzar los derechos ya conquistados, hemos avanzado muchísimo en dignificación de las personas con discapacidad, en servicios y recursos, en la conquista de espacios que antes nos estaban negados, pero tenemos que tomar conciencia de que no nos podemos relajar, somos muy vulnerables a los acontecimientos sociales y económicos.
Las organizaciones del sector de la discapacidad tienen un papel protagonista, desde el respeto y lealtad, para mantener la tensión necesaria sobre las medidas políticas que defiendan los derechos ya reconocidos y avanzar hacia un horizonte inclusivo. Los referentes en inclusión que este año premiamos, nos ayudan a avanzar hacia una sociedad donde las personas con discapacidad se conviertan en protagonistas de su propia historia.
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