Quo Vadis Maérica

21 de enero 2025 - 03:08

Desde hoy el Mundo está regido por dos milmillonarios que se acaban de comprar el planeta para sus juegos de dinero y poder. Son, como suelen decir allá, hombres hechos a sí mismos, que comprendieron bien, en su momento, de qué iba esto del capitalismo puro y duro, y se dispusieron a comérselo con papas. Sus anteriores juguetes, la torre Trump, por ejemplo, o la marca Tesla de coches ultra modernos o los cohetes espaciales que explotan en la atmósfera garantizando el entretenimiento ya no les satisfacen del todo. Dijeron: ya no necesitamos que una clase social, la de los ricos, la nuestra, nos represente; ahora nos vamos a representar nosotros mismos y vamos a jugar al juego de los juegos, el político, para dominar al resto de las naciones. No necesitamos que un militarote nos haga el juego sucio, nos gusta hacerlo nosotros. La cosa irá de geoeconomía, de manejar a la gente a través de las trampas que vamos a instalar en las redes sociales y de coger, allá donde lo haya, lo mejor de los demás para quedárnoslo nosotros. Queremos Groenlandia, es muy chulo, lo necesitamos para enriquecernos más todavía e instalar allí nuestros misiles. Queremos Canadá, al fin y al cabo, los canadienses son de los nuestros y no se saben gobernar como es debido con esa mezcla de franceses e ingleses que se dan en nuestra parte de América. Queremos contener a los chicanos, pero no a su flujo de droga, pues la necesitamos para tener contentos a los nuestros. Queremos el Canal de Panamá, es importante para ganarle la partida económica –ganar más millones– a los chinos. Ya no necesitamos a los cuatro chalados peligrosos a los que incitamos a tomar el Capitolio, con sus cuernos de bisonte; nos bastamos a nosotros mismos, tenemos millones para ello y tenemos a la gente, a la mayoría nacionalista, supremacista blanca y ultraliberal, de nuestro lado. Los demás, Europa sobre todo, que sigan con sus Derechos Humanos, sus libertades y sus democracias, que ya les arrebataremos todo eso cuando nos convenga. El sueño americano se ha cumplido. Todo es posible en América y el que no haya atendido su juego pagará una prenda: su Libertad. Que se queden los derechos, que nosotros tenemos el dinero. Que se queden la democracia, que nosotros tenemos el poder económico. Que se queden sus libertades, que nosotros tenemos la fuerza. Dinero, poder, fuerza, las claves del Mundo que queremos. Viva América.

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