
Una raya en el mar
Ignacio Ortega
Plegarias
Me sonó a altanería de señorito venido a menos quien, cuando alguien le brinda ayuda para pagar sus deudas, se niega porque no crean que él no tiene reaños para pagar. Así me lo pareció, Sr.Moreno Bonilla, cuando le ofrecieron condonar parte de la deuda que tiene la Junta de Andalucía con el Estado. La verdad es que, tanto usted como otros de su mismo partido, están ofreciendo una serie de peregrinas excusas para negarse a recibir ese dinero, o mejor, para que le condonen la deuda. Por ejemplo, decir que se hace para beneficiar a Cataluña es una deficiente verdad a medias. Porque efectivamente, a Cataluña se les perdona: fue con ellos con quienes se pactó el perdón de parte de la deuda; pero el resultado es un acuerdo que se extiende a todas las Comunidades. Criticable sería que solo se lo perdonaran a ellos; sin duda. Pero se trata de que todas las comunidades puedan aliviar su situación financiera, no ya por lo que dejan de deber, sino por lo que dejan de pagar: los intereses de buena parte de la deuda, cifrada en muchos millones al año. Es claro que ese ahorro lo podrán destinar a solventar muchas de las deficiencias que tienen Andalucía y Cataluña y las demás comunidades y que no atienden, dicen, por esa falta de dinero que ponen sobre el tapete una y otra vez. Negarse porque eso sería como ayudar a Pedro Sánchez a mantenerse en el poder, es mirar el dedo en lugar de mirar a la luna: si se niegan a disponer de más fondos para añadir al presupuesto porque es un tanto a favor del que manda, ¿por qué tanto insistir en una financiación más justa (tan necesaria y tan postergada tantos años) si resolver el problema permitirá al Presidente mejorar su valoración? ¿Por qué siguen considerando una trampa, como dice alguna conspicua portavoz, ese perdón de la deuda? Y ¿habrá mayor ingenuidad que decir que esto no hace desaparecer de modo volátil la deuda, que simplemente habrá cambiado de deudor y que eso hará “que en el fondo la tengamos que pagar todos los españoles”? ¿Acaso la financiación que las comunidades reciben del Estado, de todas, no las pagamos entre todos los españoles, excepto los tributos propios de las comunidades que, por cierto, han sido rebajados de modo selectivo también en Andalucía? Parece que lo que usted y otros persiguen es que Sánchez fracase y que Cataluña no vea reducida su deuda siguiendo el dicho de que “con tal de que te quedes tú ciego, pierdo yo un ojo”.
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