El problema de Biden no es la edad

Isidro Fainé acaba de celebrar sus 82 años el 10 de julio. Harrison Ford lo hizo el 13. Felipe González los cumplió en marzo, Barbara Streisand en abril e Isabel Allende soplará las 82 velas dentro de dos semanas. Son de la quinta del 42, la de Biden, cuyo aniversario es el 20 de noviembre. Un mes después, el alcalde de Málaga Paco de la Torre se sumará a ese selecto club. No es difícil establecer quién es el que está peor: el presidente de los Estados Unidos. Su problema no es una cuestión de edad, sino de estado físico y mental. Tengo una amiga cuya madre de 94 le da a Biden sopas con honda: de cabeza, mucho mejor. Y si hablamos de forma física, Mick Jagger cumple 81 el próximo viernes. Hoy en Ridgedale (Misuri) termina una gira norteamericana de 20 conciertos de los Rolling Stones, que empezó en abril, en la que Jagger ha trotado por los escenarios decenas de kilómetros.

Fainé sigue liderando las inversiones de Criteria desde la presidencia de la Fundación principal propietaria de CaixaBank. Acabamos de ver la quinta entrega de Indiana Jones. González sigue teniendo criterio, don de palabra e influencia. En noviembre, Streisand estuvo rápida, divertida, perfecta, en una entrevista en la BBC, presentando su biografía Mi nombre es Barbra. El viento conoce mi nombre es la novela del año pasado de Allende, escritora con 70 millones de ejemplares vendidos. Y Paco de la Torre es capaz de llegar a una entrega de premios, preguntar quiénes son los galardonados y repetir más de una docena de nombres sin equivocarse. Así que no nos digan que el problema de Biden es la edad, porque algunos de sus coetáneos están de muy buen uso.

Antes de que Biden tomara posesión con 78 años, el presidente más viejo de Estados Unidos había sido su predecesor, Trump, que llegó al cargo con 70. En España, nuestros presidentes debutaron bastante jóvenes. González con 40, Suárez, Aznar y Zapatero con 43, Sánchez con 46, Calvo Sotelo con 54 y Rajoy con 56. Y en Andalucía, la media es por el estilo. Borbolla fue presidente de la Junta con 36, Escuredo y Díaz con 38, Chaves con 45, Moreno con 48 y Griñán con 62.

Se vaya o no en los próximos días, parece que Biden no está en condiciones de ganar el 5 de noviembre. Y aquí se abre el melón. Se apunta a la vicepresidenta Kamala Harris, que en octubre cumple 60. Francesc Peirón cuenta en La Vanguardia una novedad. Un experto, casi un oráculo infalible, el profesor Allan Lichtman de la American University de Washington, sostiene que la única manera de conseguir ventaja para los demócratas es que Biden dimitiese ya de su cargo y Harris se presentase como presidenta a la reelección. Veremos qué pasa, pero esta no es una cuestión de edad, sino de condiciones. Incluidas las de ganar y ejercer con solvencia.