La princesa futbolera guerrera

Me gusta ver un buen partido de fútbol, aunque el calificativo empleado hay que entenderlo de una forma muy “sui generis”, ya que no soy aficionado al fútbol. Eso sí, al Polideportivo Almería y a Oliva, sí que lo era y lo recuerdo con cariño. Tan sólo he visto un par de horas de los partidos jugados por la Selección Española estos días, aunque me he informado del “estado de la cuestión”. De hecho lo primero que me llamó la atención fue que se comentara si el seleccionador rezaba o no rezaba. “¡Mí no comprender”! Si es creyente católico, pues me parece muy bien que rece. Lo que me parecería un absurdo es que dijera que es creyente y que no reza, ya que las medias tintas son para los dibujos. También me ha encantado el trabajo realizado por De la Fuente, ya que coincido con él en lo bonito que es dar paso a la juventud. Cuando esa labor da frutos, como es este caso, has conseguido dar y recibir una alegría de diez. ¡Fetén! En cuanto al equipo propiamente dicho, que son todos, incluidos todos, sin excepción.